John Nash
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“No hay necesidad de mantener ilusiones irresponsables en Washington, París o Berlín: la pareja chino-rusa no está a punto de divorciarse”
Alain Frachón
Editorialista
La reciente estancia de Xi Jinping en Europa y la visita de Vladimir pilinguin a Pekín unos días después lo demuestran claramente: los dos autócratas están unidos por la misma ambición, la de luchar contra la "hegemonía" occidental, analiza en su columna Alain Frachon, columnista de “le Monde”.
En esta primavera de 2024, Xi Jinping recordó que estuvo involucrado en el conflicto que asola Europa: está del lado ruso. El presidente chino quiere apoyar a su “amigo” Vladimir pilinguin en su guerra contra Ucrania. O, más precisamente, Xi pretende que Occidente no salga fortalecido de esta terrible experiencia en el Viejo Continente. No tiene sentido mantener ilusiones irresponsables en Washington, París o Berlín: la pareja chino-rusa no está a punto de divorciarse.
Este mensaje fue transmitido sin ambigüedades por el número uno chino durante su estancia en Europa (del 6 al 10 de mayo) y luego, con claridad cristalina, proclamado durante la visita del presidente ruso a Pekín (16 y 17 de mayo). La declaración conjunta firmada por los dos jefes de Estado se basa en la lucha que libran juntos contra Estados Unidos.
Se trata de aumentar el comercio entre sus dos países frente a una “política estadounidense hostil y destructiva” destinada, según ellos, a “frenar” el ascenso del poder de China y Rusia –en el Mar de China Meridional, donde la flota de guerra del Reino Medio aterroriza a sus vecinos; en Europa, donde el ejército ruso se ha comprometido a dividir Ucrania.
Alain Frachón
Editorialista
La reciente estancia de Xi Jinping en Europa y la visita de Vladimir pilinguin a Pekín unos días después lo demuestran claramente: los dos autócratas están unidos por la misma ambición, la de luchar contra la "hegemonía" occidental, analiza en su columna Alain Frachon, columnista de “le Monde”.
En esta primavera de 2024, Xi Jinping recordó que estuvo involucrado en el conflicto que asola Europa: está del lado ruso. El presidente chino quiere apoyar a su “amigo” Vladimir pilinguin en su guerra contra Ucrania. O, más precisamente, Xi pretende que Occidente no salga fortalecido de esta terrible experiencia en el Viejo Continente. No tiene sentido mantener ilusiones irresponsables en Washington, París o Berlín: la pareja chino-rusa no está a punto de divorciarse.
Este mensaje fue transmitido sin ambigüedades por el número uno chino durante su estancia en Europa (del 6 al 10 de mayo) y luego, con claridad cristalina, proclamado durante la visita del presidente ruso a Pekín (16 y 17 de mayo). La declaración conjunta firmada por los dos jefes de Estado se basa en la lucha que libran juntos contra Estados Unidos.
Se trata de aumentar el comercio entre sus dos países frente a una “política estadounidense hostil y destructiva” destinada, según ellos, a “frenar” el ascenso del poder de China y Rusia –en el Mar de China Meridional, donde la flota de guerra del Reino Medio aterroriza a sus vecinos; en Europa, donde el ejército ruso se ha comprometido a dividir Ucrania.
« Inutile d’entretenir d’irresponsables illusions à Washington, à Paris ou à Berlin : le couple sino-russe n’est pas près de divorcer »
CHRONIQUE. Le récent séjour de Xi Jinping en Europe et la visite, quelques jours après, de Vladimir Poutine à Pékin l’ont montré sans ambiguïté : les deux autocrates sont soudés par la même ambition, celle de lutter contre l’« hégémonie » occidentale, analyse, dans sa chronique, Alain Frachon...
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