Xi Jinping le da un tirón de orejas a Olaf Scholz
Durante su reunión de esta semana, el canciller de Alemania instó a Pekín a "parar la guerra de Rusia", a lo que el presidente de China exigió a Berlín que "Europa detenga la guerra comercial".
El tira y afloja no se detuvo allí, y Xi le recriminó a Scholz sus políticas beligerantes hacia el gigante asiático, recordándole que "no es una amenaza a la seguridad" para el Viejo Continente.
Xi también criticó a Scholz por la guerra de la UE con la tecnología verde china, a pesar de que la propia Bruselas impone a sus Estados miembro que adopten políticas ecológicas que, a veces, van en su propio detrimento, lo cual ha desencadenado protestas masivas de los agricultores europeos.
La Comisión Europea inició una investigación por el apoyo estatal de China en la fabricación de turbinas eólicas, las cuales están destinadas a proyectos de generación de energía en Europa. También inició pesquisas sobre otras tecnologías chinas para proyectos europeos solares y ferrocarriles.
Antes esta constante recriminación, Scholz usó la carta de Ucrania para intentar situarse en una posición jovenlandesal superior, pero también le salió mal porque fue Xi quien terminó recriminando a Alemania y a la UE que estén "echando más gasolina al fuego" para boicotear un acuerdo de paz con sus envíos de armas al Gobierno de Zelensky.
Pese a que los medios occidentales trataron de presentar la reunión como amistosa, lo cierto es que Scholz salió porque a su llegada a Chongqing fue recibido por el vicealcalde –ni siquiera el alcalde- de la ciudad.