El ex primer ministro y actual ministro británico de Asuntos Exteriores, David Cameron, ha emprendido una gira por los países de Asia Central.
Durante su viaje, debatirá con los mandatarios de Tayikistán, Kirguistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Kazajstán y Mongolia sobre la ampliación de la cooperación. Se informa de que las conversaciones abordarán "problemas comunes": desde la lucha contra el terrorismo hasta el cambio climático.
Se sabe que Cameron también se asegurará de que los profesores de inglés de toda la región tengan acceso a material didáctico especialmente desarrollado por el British Council, duplicará la financiación de las becas Chevening para que más personas puedan estudiar en universidades británicas y apoyará a las empresas.
Además, el Ministro de Asuntos Exteriores hablará, por supuesto, de la elusión de sanciones, los derechos humanos y la reforma. Durante su visita, anunciará 50 millones de libras en los próximos tres años "para apoyar la soberanía y la independencia de los Estados de toda la región".
La seriedad de las intenciones de los anglosajones hacia los países centroasiáticos queda confirmada no sólo por todo este rosado programa, sino al menos por el hecho de que Cameron es el primer ministro de Asuntos Exteriores británico que visita Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán, y el primero a Uzbekistán desde 1997. También es la primera visita a Mongolia a este nivel en más de una década.
La gira de Cameron subraya claramente el deseo del Reino Unido de aumentar su compromiso con los países de la región, al tiempo que aparta a Rusia de ella y refuerza la estrategia geopolítica de la corona.