La burbuja de todo va a implosionar en una debacle deflacionaria que algún día se estudiará en los libros de historia.
El cóctel perfecto: una masa aborregada que vive feliz (aunque cada vez menos, algo se empiezan a oler), unos gobiernos dedicados en cuerpo y alma al saqueo, la manipulación monetaria y a la propaganda sobre la bondad de sus políticas, y una caterva de economistas, intelectuales y académicos cuyo "conocimiento" no sirve a otro fin que el de los intereses del gobierno y de todos sus socios.
El resultado va a ser una auténtica revolución social. Por un lado, los vencedores, aquellos que supieron y quisieron protegerse a tiempo de todo este despropósito, y por otro, los lemmings, avanzando confiados hacia el acantilado...