La era de la amoralidad
¿Puede Estados Unidos salvar el orden liberal por medios antiliberales? "Cuánto mal debemos hacer para hacer el bien", Reinhold Niebuhr,1946.
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darkfutura. substack.com/p/americas-super-elite-disconnect
Foreign Affairs es la revista oficial del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) el cual representa al 1% de las superélites. El cónclave no está formado sólo por una clase en particular como los líderes mundiales, sino que busca establecer redes y uniformizar todo el tejido del escalón superior, desde la élite empresarial, la realeza burocrática e incluso las principales influencias de la cultura pop, como Angelina Jolie, que ha sido miembro durante años.
El artículo es un testimonio exacto de los tipos de hipocresía inherentes a gran parte de la clase dirigente. Hablan de "objetivos dignos" que se persiguen por "medios indignos" en aras de objetivos "liberales" y democráticos, pero el problema es:
¿quién decide esos "objetivos dignos"? Según sus cálculos, derrocar a una serie de líderes desagradables, o simplemente "incompatibles", en todo el mundo era un "objetivo digno". Pero inherente a la "democracia" y a los propios ideales liberales que afirman defender es la aprobación democrática por parte de la ciudadanía de tales orientaciones políticas.
En el Occidente "liberal", este minúsculo consorte de élites hace pasar sus propias agendas interesadas por falsos eufemismos disfrazados de "ideales democráticos", cuando en realidad el pueblo no tiene nada que decir al respecto. Por eso esta versión de
la "democracia liberal" no es más que un disfraz falso para llevar a cabo los objetivos geopolíticos necesarios para el dominio continuado de la élite bancaria y financiera mundial.
Esclavizar a tus propios ciudadanos en una red de mentiras no es en absoluto un mundo de "libertad", sino de esclavitud intelectual y jovenlandesal, aunque tus ciudadanos disfruten sin saberlo de las comodidades materiales de un sistema basado en una explotación depredadora y horriblemente disfrazada.
No tiene nada que ver con elevados ideales sucedáneos como la "libertad" y el "liberalismo", sino con la
preservación de la primacía occidental y de un modo de vida privilegiado; eso es todo.
El artículo es una burlesca parodia de hipocresía: insiste en la supuesta "agresión" de Rusia y China y en sus políticas "antiliberales" -como la "oleada turística" de Ucrania- mientras ignora cretinamente las numerosas transgresiones, invasiones y ocupaciones de Estados soberanos por parte de Estados Unidos, por no mencionar la actual facilitación del genocidio sin paliativos en Gaza, por el que Estados Unidos acaba de enviar otro enorme lote de bombas a Israel.
Las jeremiadas sin aliento de
los soldados de a pie del establishment no son más que desesperados respaldos destinados a apuntalar y poner diques al edificio en ruinas de su superanunciado Viejo Orden.