Determinismo biológico - Wikipedia, la enciclopedia libre
El determinismo biológico se plantea hoy en términos de
determinismo genético, un conjunto de teorías que defienden la posibilidad de dar respuestas últimas al comportamiento de los seres vivos a partir de su estructura genética. Por lo tanto, la conducta, tanto de los animales como del ser humano, obedece a formas que han sido necesarias para la supervivencia de sus genes, y que se extienden a complejos sistemas sociales adaptados a su más favorable proceso evolutivo.
El determinismo biológico usa la «ciencia» para perpetuar el machismo
el determinismo biológico
se refiere a la «
idea de que el comportamiento humano es innato, está determinado por los genes, el tamaño del cerebro, u otros atributos biológicos. La negación del libre albedrío es inherente al determinismo biológico: los individuos no tienen control interno sobre su comportamiento y carácter, y, por lo tanto, no son responsables de sus acciones»
. Desestima por completo el rol social y el entorno cultural que influencian los comportamientos y otras características.
El concepto de «esencialismo» apunta a la idea de que existen personalidades o características únicamente masculinas y únicamente femeninas, sin influencias culturales o contextuales. Esta idea se utilizó y se sigue utilizando para perpetuar y justificar las limitaciones discriminatorias con respecto a las emociones de las mujeres, sus actividades y su participación en la esfera pública.
El determinismo biológico, del mismo modo, usa la idea de características “inherentes” para justificar la superioridad masculina y
sostiene la idea de que los hombres son naturalmente más fuertes y racionales y, por lo tanto, inherentemente más inteligentes que las mujeres, y que una persona nace varón o mujer únicamente, con características masculinas o femeninas bien definidas. Esta distinción resulta en la diferenciación entre lo «público» y lo «privado», y, gracias a que los hombres son «inherentemente buenos líderes», solo ellos pueden tener acceso a la «esfera pública».
En resumidas cuentas,
el determinismo biológico hace referencia a la idea de que las posiciones sociales de los hombres y las mujeres se configuran y determinan mediante diferencias sensuales. Por ejemplo, el determinismo biológico se usó para argumentar que las mujeres están genéticamente predispuestas a tener un carácter maternal y de cuidado, mientras que los hombres son propensos a ser aventureros y violentos.
Durante la segunda ola del feminismo, para poder desmantelar la teoría del determinismo biológico, las académicas feministas descubrieron que era útil distinguir entre sesso y género. El sesso se identificó como la diferencia biológica, mientras que el género se abordó como constructo social. Las habilitó a argumentar que varias diferencias entre hombres y mujeres están construidas socialmente y podrían cambiarse.
Simone de Beauvoir, filósofa y feminista, aplicó el esencialismo a la experiencia de vida de las mujeres y señaló:
«No se nace mujer, se llega a serlo. La discriminación social provoca en las mujeres efectos jovenlandesales e intelectuales tan profundos que parecen estar causados por la naturaleza», y desafió la noción de que las características femeninas están basadas únicamente en nuestra biología.