son muchas preguntas, te contestare uno y despues te contest alguna otra si queres. aunque tengo respuesta para todas, pero no tengo tiempo. vale?
1-no, no vivimos mucho peor, hemos cambiado nuestro modo de vivir, pero seguimos siendo esclavos de el projimo.
desde que se creo EL CAPITAL somos esclavos hasta el dia de hoy y lo continuaremos siendo, mientras vivamos bajo la dictadura de el capital
el capital se inicio desde la desintegracion de la comunidad primitiva y el surgimiento de el period esclavista, hasta su conversion como Sistema de produccion capitalista.
EL CAPITAL=EXPROPIACION=ENAJENACION DE EL VALOR.
me hice explicar, chaval?
te Saluda un marxista
A ver, las preguntas, (me imagino a Juan Carlos Monedero escribiendo) son para situarnos. Situar por una parte en qué momento del comunismo estamos, si cuando se niega el capitalismo o cuando se le favorece o cuando no queda claro.
Yo diría que estamos en el momento en el que no queda claro.
Por un lado no vivimos mucho peor, bien. Pero no vivimos mucho peor con respecto a una época anterior a la Revolución Industrial, pero sí vivimos mucho peor con respecto a
la comunidad primitiva
Deberíamos definir la comunidad primitiva. Primero deberíamos saber si la comunidad primitiva es real o solamente un recurso de la imaginación, una utopía.
Yo personalmente he vivido en distintos tipos de comunidades. En todas he visto a la misma nuestra. Quiero decir que he vivido con tribus, en casas okupas, en familia, entre ricos, pobres, muy ricos, muy pobres. En todas esas comunidades he visto la misma naturaleza humana, los mismos comportamientos, la misma propiedad privada. Si hubiera una comunidad ideal, done nadie tiene nada y todo es de todos, y esto sucediera así por naturaleza, entonces palidecería la realidad de las comunidades que observamos.
El utopista supone verdadero un producto de su imaginación, en el que no se cuentan los factores de la realidad, sino solamente sus propios deseos. En cierta manera, es como funcionamos siempre. En la vida normal, esto hace que constantemente nos decepcionemos: nos enamoramos de lo ideal, pero lo real, lo que hay y experimentamos, constantemente nos decepciona. Pero sólo estaba desde el primer momento lo real, y nuestros sueños eran simplemente sueños. Así es la vida. El intelectual maduro ve esto, y así se torna científico, pero para otros, la cosa queda en apartar de la realidad aquello que amamos, situarlo en donde nunca se puede conocer. En un plano grande, que aspira a convencer a otros, esa es la mentalidad religiosa: Hay un paraíso del que hemos caído por nuestros pecados y volveremos a él haciendo caso a los sacerdotes. Nietzsche recolectó, asó, secó, trituró y puso en botecitos los conceptos relativos a esto masivamente.
Comparado con el paraíso, con esa situación puramente pictórica, el mundo real es poco apreciable. El único problema es que tal lugar no existe.
Pero la esperanza, ya se sabe, es lo último que se pierde.
Sí hay una comunidad donde esto puede funcionar: la voluntaria. En los monasterios, bajo votos de enorme dureza, se logra algo parecido a esa utopía.
En nuestra perspectiva, que es esencialmente moral, la voluntariedad es relevante.
Me parece claro que de esos ensayos de comunidades de desprendidos proviene prácticamente toda la fuerza comunista. Tengo en mente ahora el libro de Escohotado
Los enemigos del comercio, que leí el año pasado y que lo explica bien. Aunque a mí me llevaba a eso mi propio pensamiento, que primero vi ratificado en el libro de Cohn sobre milenarismos. Traigo estas obras para quien quiera informarse sobre estos temas, como fondo histórico.
Simplemente una cosa, para poder seguir en esto: un ejemplo por favor, Cripton/Monedero de esa comunidad primitiva/Jardín del Eden, aunque sea irreal, no importa. El Jardín del Edén mismo me bastaría. Chimpancés, Bonobos, tribu del amazonas descrita por algún marxista, los Papalagi, los mundos de Pepa Pig, los teletubbies, no sé, un ejemplo de aquello ante lo cual la realidad desmerece. El lugar donde no somos esclavos.
(nota mía: posteriormente, lo relacionaré con la muerte, que es el instante en que no tenemos nada y a todos todo nos es común, de modo que se probará que Jonestown es la realidad del comunismo, quizás más aproximado en el ejemplo de PolPot que en ningún otro, pero podría sorprendernos, atentos)