Mirando hacia atrás, uno no puede evitar sorprenderse de la relación aparentemente simbiótica entre el estado, el poder militar y la eficiencia de la economía privada en la época del absolutismo. Detrás de cada dinastía de éxito había una colección de opulentas familias banqueras. El acceso a los recursos de la burguesía se mostró crucial para las políticas de la construcción del estado y del proceso de centralización de los príncipes. Éstos también necesitaron acceso directo a los recursos agrícolas, que podían movilizarse únicamente cuando la productividad agrícola crecía y existía un efectivo poder militar y administrativo para imponer los deseos de los príncipes.