/el.vecino.de.al.lado/
Madmaxista
- Desde
- 4 Oct 2006
- Mensajes
- 15
- Reputación
- 0
Entrevista a Tim Harford · Economista
http://www.lavanguardia.es/lacontra/lacontra.html
Tengo 33 años. Nací en Kent, lo más cercano que un inglés puede nacer de Europa, y vivo en Londres. Casado y con tres hijas. En política me interesa la libertad económica y la libertad social, así que no tengo partido que me represente. Esta vida es muy hermosa, no ambiciono a más. Voy por la sexta edición del ´El economista camuflado´ (Temas de hoy), editado en 21 lenguas
-¿Por qué todo es tan caro?
- Los comercios averiguan de manera muy inteligente qué cobrarle a qué publico.
- ¿Los precios no se corresponden a la realidad?
- Si hubiera un mercado perfecto en el que el coste y el valor fueran idénticos, sería fantástico.
- Se lo preguntaré de otra manera: ¿de qué depende el precio de un cafecito?
- De donde esté ubicada la cafetería.
- Hábleme del sinsentido del precio de las judías verdes.
- Los vendedores, desde las grandes compañías hasta el pequeño comerciante, separan a los pobres de los ricos. Buscan un público para el que las verduras puedan ser un lujo y tienen estrategias de mercado para convertirlas en lujo. El consumidor que quiera pagar menos tendrá que buscar cómo y le aseguro que encontrará.
- En ciudades como Londres, París o Barcelona ir al mercado es un lujo.
- Sé que hay gente en Londres que ni siquiera se plantea las cuestiones que usted me hace, gente para la que no es una prioridad encontrar vegetales o fruta barata, así que están dispuestos a pagar lo que los listos vendedores les pidan.
- ¿El precio de los pañales se corresponde a lo que valen?
- El coste del pañal es muy bajo, pero el valor es enorme, el arte es dónde se coloca el precio. Es un producto que tiene diferentes precios y diferentes públicos. Mi mujer, por ejemplo, compra pañales orgánicos, ¡carísimos!
- Los precios de las cosas básicas, ¿no deberían ser menos relativos? - Dependen de la marcha de los mercados, de las bolsas. Las innovaciones tecnológicas en Japón o en California, o el auge de China influye en los precios.
- ¿De los pañales?
- Sí; es la fuerza del mercado. Los productos tecnológicos (televisores, vídeos, móviles, MP3...) bajan de precio y, en comparación los de primera necesidad van subiendo.
- Pues no lo entiendo.
- ¿Sugiere usted que los altos beneficios son un signo de que las empresas se aprovechan de los consumidores?
- Sí.
- Pues no va desencaminada, porque si bien las personas pueden elegir, también es cierto que las empresas realizan exhaustivos análisis para atrapar a los clientes que tienen una actitud indiferente con respeto al precio de determinados artículos.
- ¿Podríamos llamarlo engaño?
- En realidad podemos elegir, pero fíjese en el fenómeno de las rebajas: miles y miles de compradores que adquieren más productos de los que necesitan, únicamente porque las grandes marcas les han dicho que tienen un coste muy inferior al de su fabricación.
- Ya veo; la culpa es siempre del consumidor.
- No se moleste, pero hay que comparar precios, pensar por uno mismo y no olvidar, aunque te lo disfracen, que el fin del mercado es sacarle dinero al consumidor.
- ¿Cuánto más dinero se gana menos se trabaja?
- La evidencia no sustenta esa afirmación. Se está observando en Estados Unidos y se empieza a observar en Europa una división de la economía en una clase que trabaja mucho y hace mucho dinero, y una clase que trabaja menos horas y gana mucho menos.
- Los directivos tienen tiempo de jugar a tenis, los subordinados ganan menos y no tienen tiempo para pelotas.
- Hay una teoría para eso, la teoría del campeonato. Rafa Nadal gana el Open de Francia y recibe un cheque que es una recompensa por lo que ha hecho. Lo mismo ocurre en las organizaciones, el jefe ha ganado su recompensa, que es su gran salario, y es una manera de motivar a los empleados para que se esfuercen.
- Lo que popularmente llamamos el burro y la zanahoria.
- La teoría, muy seria, sostiene que cuanto más ardor de estomago da la vida de lujo del jefe, más ganas tiene el empleado de llegar hasta ahí.
- ¿Cuál es su consejo para quien no quiere vivir endeudado?
- Tiene que ver con los estudios realizados por los economistas de cómo reaccionamos los consumidores ante las tentaciones. Nos ofrecen por ejemplo dos alternativas de películas: Shrek o la trilogía de Kieslowski (Rojo, Blanco, Azul);o comernos una chocolatina o una manzana.
- ¿?
-A corto plazo lo que querremos es ver Shrek y comernos la chocolatina. A largo plazo lo que nos hará mejores personas, más cultos, más inteligentes y más sanos es ver la trilogía de Kieslowski y comernos la manzana. Tenemos distintas decisiones para lo que es el corto y el largo plazo. Si no quiere deudas, elimine los deseos a corto plazo.
________________________________________
Fue el primer socio de Meter Martin en la revista ´Financial Times Magazine´, donde elabora un par de columnas; en una responde las dudas económicas de los lectores. La otra, ´The undercover economist´, da título a su libro - en la lista de los más vendidos en Reino Unido y EE. UU.- y cuyo subtitulo en inglés es: ´Por qué los ricos son ricos, los pobres son pobres, y usted no podrá nunca comprar un coche usado decente´. Este es su tono y su contenido, cómo las necesidades económicas modelan nuestra vida sin que nos demos cuenta. Personalmente, Harford compara sistemáticamente precios, no usa marcas, se ha deshecho de su televisión, va a trabajar en bicicleta y su bebé consume pañales orgánicos
IMA SANCHÍS - 05/08/2007
http://www.lavanguardia.es/lacontra/lacontra.html
Tengo 33 años. Nací en Kent, lo más cercano que un inglés puede nacer de Europa, y vivo en Londres. Casado y con tres hijas. En política me interesa la libertad económica y la libertad social, así que no tengo partido que me represente. Esta vida es muy hermosa, no ambiciono a más. Voy por la sexta edición del ´El economista camuflado´ (Temas de hoy), editado en 21 lenguas
-¿Por qué todo es tan caro?
- Los comercios averiguan de manera muy inteligente qué cobrarle a qué publico.
- ¿Los precios no se corresponden a la realidad?
- Si hubiera un mercado perfecto en el que el coste y el valor fueran idénticos, sería fantástico.
- Se lo preguntaré de otra manera: ¿de qué depende el precio de un cafecito?
- De donde esté ubicada la cafetería.
- Hábleme del sinsentido del precio de las judías verdes.
- Los vendedores, desde las grandes compañías hasta el pequeño comerciante, separan a los pobres de los ricos. Buscan un público para el que las verduras puedan ser un lujo y tienen estrategias de mercado para convertirlas en lujo. El consumidor que quiera pagar menos tendrá que buscar cómo y le aseguro que encontrará.
- En ciudades como Londres, París o Barcelona ir al mercado es un lujo.
- Sé que hay gente en Londres que ni siquiera se plantea las cuestiones que usted me hace, gente para la que no es una prioridad encontrar vegetales o fruta barata, así que están dispuestos a pagar lo que los listos vendedores les pidan.
- ¿El precio de los pañales se corresponde a lo que valen?
- El coste del pañal es muy bajo, pero el valor es enorme, el arte es dónde se coloca el precio. Es un producto que tiene diferentes precios y diferentes públicos. Mi mujer, por ejemplo, compra pañales orgánicos, ¡carísimos!
- Los precios de las cosas básicas, ¿no deberían ser menos relativos? - Dependen de la marcha de los mercados, de las bolsas. Las innovaciones tecnológicas en Japón o en California, o el auge de China influye en los precios.
- ¿De los pañales?
- Sí; es la fuerza del mercado. Los productos tecnológicos (televisores, vídeos, móviles, MP3...) bajan de precio y, en comparación los de primera necesidad van subiendo.
- Pues no lo entiendo.
- ¿Sugiere usted que los altos beneficios son un signo de que las empresas se aprovechan de los consumidores?
- Sí.
- Pues no va desencaminada, porque si bien las personas pueden elegir, también es cierto que las empresas realizan exhaustivos análisis para atrapar a los clientes que tienen una actitud indiferente con respeto al precio de determinados artículos.
- ¿Podríamos llamarlo engaño?
- En realidad podemos elegir, pero fíjese en el fenómeno de las rebajas: miles y miles de compradores que adquieren más productos de los que necesitan, únicamente porque las grandes marcas les han dicho que tienen un coste muy inferior al de su fabricación.
- Ya veo; la culpa es siempre del consumidor.
- No se moleste, pero hay que comparar precios, pensar por uno mismo y no olvidar, aunque te lo disfracen, que el fin del mercado es sacarle dinero al consumidor.
- ¿Cuánto más dinero se gana menos se trabaja?
- La evidencia no sustenta esa afirmación. Se está observando en Estados Unidos y se empieza a observar en Europa una división de la economía en una clase que trabaja mucho y hace mucho dinero, y una clase que trabaja menos horas y gana mucho menos.
- Los directivos tienen tiempo de jugar a tenis, los subordinados ganan menos y no tienen tiempo para pelotas.
- Hay una teoría para eso, la teoría del campeonato. Rafa Nadal gana el Open de Francia y recibe un cheque que es una recompensa por lo que ha hecho. Lo mismo ocurre en las organizaciones, el jefe ha ganado su recompensa, que es su gran salario, y es una manera de motivar a los empleados para que se esfuercen.
- Lo que popularmente llamamos el burro y la zanahoria.
- La teoría, muy seria, sostiene que cuanto más ardor de estomago da la vida de lujo del jefe, más ganas tiene el empleado de llegar hasta ahí.
- ¿Cuál es su consejo para quien no quiere vivir endeudado?
- Tiene que ver con los estudios realizados por los economistas de cómo reaccionamos los consumidores ante las tentaciones. Nos ofrecen por ejemplo dos alternativas de películas: Shrek o la trilogía de Kieslowski (Rojo, Blanco, Azul);o comernos una chocolatina o una manzana.
- ¿?
-A corto plazo lo que querremos es ver Shrek y comernos la chocolatina. A largo plazo lo que nos hará mejores personas, más cultos, más inteligentes y más sanos es ver la trilogía de Kieslowski y comernos la manzana. Tenemos distintas decisiones para lo que es el corto y el largo plazo. Si no quiere deudas, elimine los deseos a corto plazo.
________________________________________
Fue el primer socio de Meter Martin en la revista ´Financial Times Magazine´, donde elabora un par de columnas; en una responde las dudas económicas de los lectores. La otra, ´The undercover economist´, da título a su libro - en la lista de los más vendidos en Reino Unido y EE. UU.- y cuyo subtitulo en inglés es: ´Por qué los ricos son ricos, los pobres son pobres, y usted no podrá nunca comprar un coche usado decente´. Este es su tono y su contenido, cómo las necesidades económicas modelan nuestra vida sin que nos demos cuenta. Personalmente, Harford compara sistemáticamente precios, no usa marcas, se ha deshecho de su televisión, va a trabajar en bicicleta y su bebé consume pañales orgánicos
IMA SANCHÍS - 05/08/2007