Existió un Jesús de Galilea, eso es indubidable. Ahora, ¿el cristo de los evangelios? no voy a negar que posiblemente no, pero en ese caso hemos de reconocer a los evangelistas como unos auténticos genios , creadores de unas parábolas y unos discursos de una sabiduría profundísima.
La doctrina del bien, el perdón, la compasión, la verdad, la vida, la honradez, la caridad y la esperanza...todo esto se encuentra en los evangelios y sin duda es el compendio más genial realizado por el hombre que reúna todas estas características. Quizá no sea la palabra revelada por Dios (no creo en la fe ciega), pero ello no le quita ni un ápice de legitimidad jovenlandesal. Es más, se la da toda.
Sí, soy cristiano, puesto que trato de seguir los auténticos preceptos de Cristo. Existiera como tal o no, todo alma buena tiene un cristo en su interior.