El hijoPutin visita Mariupol de noche "como un ladrón". Normal, está en busca y captura.
pilinguin visita Mariupol de noche,
con la sombra de su culpa a cuestas,
y aunque trate de escapar de ella,
siempre lo perseguirá en la fiesta.
Cruza la ciudad con sigilo,
tratando de pasar desapercibido,
pero el temor se siente en el aire,
como una espesa niebla que todo lo cubre.
Mariupol lo recibe en silencio,
no hay aplausos ni bienvenidas,
solo la sombra de su presencia,
que inquieta a los que allí residen.
Y aunque él pueda sentirse invencible,
la verdad es que su tiempo está contado,
porque no hay nada más fuerte que la libertad,
y el pueblo de Mariupol lo sabe muy bien.