El ambiente estaba muy crispado pero no se había pasado de las palabras y los insultos hasta que Santiago Abascal, líder de Vox, bajó de la tribuna, rebasó el cordón policial establecido para proteger a los líderes políticos y se dedicó a contar pasos, a tomar medidas imaginarias en el aire y a encararse con quienes tenía enfrente. Algún agente, según este relato, le pidió que no cruzara el cordón de seguridad aunque Abascal, reconvertido en agente del orden, hizo caso omiso. El propio Abascal ha defendido esta mañana que solo había «18 pasos» entre él y los manifestantes en una entrevista en El Programa de AR. Según él, entre sus seguidores y el resto no había más de cuatro pasos.
Las consecuencias ya son conocidas: cuatro detenidos (tres de ellos menores), ladrillos y cristales estampándose en cualquier parte, catorce manifestantes heridos y 21 policías. Uno de ellos tuvo que ser trasladado al hospital por una luxación en el hombro. El resto, asistidos por Samur en la comisaría de jovenlandesatalaz y de ellos, nueve fueron por su pie a centros sanitarios para que los evaluaran.
«Se diseñó un dispositivo policial acorde a unas circunstancias complejas con el fin de garantizar los derechos de todos. Determinadas actitudes, sobre todo aquellas que se produjeron al no seguir las indicaciones de los agentes que velaban por la seguridad, ponen en riesgo el trabajo y la integridad de los propios policías», defienden fuentes de Interior.
Desde la Policía madrileña consideran que no hubo errores al diseñar dicho dispositivo. «No se puede poner a media policía madrileña para un acto electoral». El dispositivo lo formaban dos grupos de la UIP, en total unos 200 agentes según estas fuentes.
Esta es la postura oficial frente a la que los sindicatos policiales ya han reaccionado. Jupol considera que el despliegue policial fue «claramente insuficiente para controlar unos disturbios más que previsibles». Y aluden a que existían convocatorias previas a través de las redes sociales». « No es la primera vez que se deja indefensos a los policías», argumenta el portavoz de Jupol, Pablo Pérez.
Acusan a Interior y a la Dirección General de la Policía de un posible delito contra los derechos de los trabajadores porque a su juicio se contó con un 40 por ciento menos de los agentes necesarios y se dieron órdenes de no utilizar pelotas de goma.
Para la UFP el dispositivo fue «claramente mejorable». «Se podría haber cerrado la plaza por ejemplo», afirma el portavoz de UFP, José María Benito. El Ministerio del Interior se está gastando el dinero en enviar vehículos a jovenlandia, mientras que «el material antidisturbios es insuficiente y obsoleto».
Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) denuncian «con indgnación» los intentos del «señor Pablo Iglesias de demonizar a todo un colectivo en las redes sociales aprovechando los disturbios de ayer en Vallecas», después de que el candidato por Podemos a la Comunidad de Madrid publicara en su cuenta de Twitter, «con la intención clara de vincular a todo un colectivo policial con la ultraderecha», una imagen en la que se ve al individuo que Iglesias define como ultra, con un funcionario de la policía, usando esa foto para «manchar la imagen de todo un colectivo de funcionarios».
«No somos la policía de ningún partido, somos la policía de todos los españoles», reza el comunicado del sindicato.
La tarde acabó con cuatro detenidos, 21 policías y 14 manifestantes heridos
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