Ay si yo volviese atrás en el tiempo... me acuerdo de mis muertos... Que aquí las tenemos a todas caladas como a las sandías. Pillas la hija de un mayetón de esos, y flipas en colores.
Esas sí que son de su casa y lo demás es cuento. Una de esas no te es infiel ni mentalmente. Ahora, pillarla era otro cantar. Cuando el padre se enteraba quién eras, le cerraba la puerta de tal forma, que La Casa de Bernalda Alba era una broma.
Cuando se enteraba que no tenías tierras, la que se liaba era floja: "A ese tío no lo quiero, es un zascandil acercarse a mi hija de más categoría, ese no tiene narices de pasar por la puerta, cuando lo coja lo mato... etc". Todo se le pasaba a fuerza de voces y cabreos para amedrantar a la hija y que lo aborreciera.
Que va, aquí han llegado hasta casi encadenarlas, no ahora, antes, cuando se enteraba que no tenían nada. Todo el esfuerzo en vano. Antes o después abría la puerta y se le escapaba a buscarte como cual perro deseando de pillar la calle.
Al final el padre tenía que tragar, y el pelotazo que pegaba uno era flojo. Al principio tenías que ir haciéndole la pelota. Irte al campo, echarle una mano... Todo eso se veía fuertemente recompensado cuando cascaba.
Pillar las tierras más los dineros. Ya se acabó doblar la costilla. Pasar de mendigar las peonás, a que la gente te las mendigue a ti.
Pillar una así? Eso es un euromillones. Esas nada mas que quieren casa, hijos y mario.
Buscar eso por ahí, anda.