BGA
Madmaxista
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Toda relación humana es política. Gran Política, animal político. Luego toda lo que el ser humano comparta con su vecino, obedece a las reglas de la política, o si se quiere, a las reglas del equilibrio que llamamos comunmente "hacer política".
Luego está, de nuevo, la compartimentación de los comportamientos sociales humanos en "política", cultura, distracción. Y siendo todo ello Política (la izquierda lo entiende a la perfección), la idea de segregar aspectos humanos de la acción política, constituye, a su vez, una manera sibilina de ejercerla.
Es como separar el amor del sesso y que ambos se dan simultáneamente de manera fortuita sin que uno u otro, tiendan de alguna manera a consolidar una relacción plena de amor y sesso...
La verdad, a mi juicio, es que todas nuestras pulsiones forman un Todo en el que de manera natural interrelacionan. No es condición sine quanon el sesso y el amor, pero tampoco es una hecho extraño que el uno lleve al otro y viceversa.
El "liberalismo" prometió dejar a un lado aquellos aspectos capaces de enfrentar a las personas haciendo de ellos una tierra de nadie o un espacio privado en el que la "libertad" fuera posible al mismo tiempo que imposible la coacción surgida de cosmovisiones particulares.
Pero... El "vacío perfecto" no existe. Si el papel aguanta formulaciones "novedosas", la experiencia se empeña en demostrar lo contrario. Los ríos, por ejemplo, tiene la "manía" de recuperar su curso y sus dominios cuando vienen bravos, no obstante se haya construido en lugares ¡nadecuados en la "esperanza" de haber conseguido domar a la naturaleza. Siempre nos quedará el cambio climático...
Si no existe ese vacío virtualmente vació de pretensiones particulares al margen de la Política, querrá decir que esa tierra de nadie, será ocupada por "algo" que en lógica, tampoco debería formar parte de los que entendemos como política. Pero... he ahí que ese "algo" que viene a sustituir lo que meticulosamente ha sido apartado bajo ese criterio de neutralidad, acaba constituyendo "otra" de las herramientas políticas de la Gran política.
La tendencia que está tomando esa ocupación "silenciosa", es ya visible apenas se contemplen los hechos con cierta limpieza mental.
Entonces, cabría formular la pregunta siguiente: ¿tiene la misma categoría política (o apolítica) aquello que se transladó al ámbito privado que esto otro que deja de ser privado en el nombre de la igualdad de oportunidades de las minorías? ¿Acaso cuando el catolicismo sea un mero residuo testimonial, van a hacer campaña en su favor por tratarse de una minoría "getificada"?
No. Ese movimiento pendular, descuiden que vaya a darse. Hay enemigos y "enemigos", hay minorías y "minorías" y tengo por seguro que si hay sobre la tierra una "minoría" a exterminar, no es otra que la católica en primera instancia y luego todas las demás confesiones cristianas, en grado directo con su ortodoxia respecto a Cristo.
Es decir, la "tierra de nadie" lo ha sido durante poco tiempo. Es ley natural que los espacios vitales se acaben ocupando y es nuestra obligación, católicos o no, la de advertirlo.
Por tanto, la Política universal en sentido de abordar todos los anhelos humanos, será real en el futuro inmediato. Luego, que cada cual se imagine como será el futuro bajo estos dogmas "incipientes" y se pregunte dónde quedó ese espacio de respeto.
Tal vez, la ambición sea, después de todo, la mejor respuesta que podemos dar. Hay que madurarla pero no es imposible. El mundo moderno nos está demostrando que en nuestros complejos radica su fortaleza, silenciosa, sibilina... Como una serpiente.
Luego está, de nuevo, la compartimentación de los comportamientos sociales humanos en "política", cultura, distracción. Y siendo todo ello Política (la izquierda lo entiende a la perfección), la idea de segregar aspectos humanos de la acción política, constituye, a su vez, una manera sibilina de ejercerla.
Es como separar el amor del sesso y que ambos se dan simultáneamente de manera fortuita sin que uno u otro, tiendan de alguna manera a consolidar una relacción plena de amor y sesso...
La verdad, a mi juicio, es que todas nuestras pulsiones forman un Todo en el que de manera natural interrelacionan. No es condición sine quanon el sesso y el amor, pero tampoco es una hecho extraño que el uno lleve al otro y viceversa.
El "liberalismo" prometió dejar a un lado aquellos aspectos capaces de enfrentar a las personas haciendo de ellos una tierra de nadie o un espacio privado en el que la "libertad" fuera posible al mismo tiempo que imposible la coacción surgida de cosmovisiones particulares.
Pero... El "vacío perfecto" no existe. Si el papel aguanta formulaciones "novedosas", la experiencia se empeña en demostrar lo contrario. Los ríos, por ejemplo, tiene la "manía" de recuperar su curso y sus dominios cuando vienen bravos, no obstante se haya construido en lugares ¡nadecuados en la "esperanza" de haber conseguido domar a la naturaleza. Siempre nos quedará el cambio climático...
Si no existe ese vacío virtualmente vació de pretensiones particulares al margen de la Política, querrá decir que esa tierra de nadie, será ocupada por "algo" que en lógica, tampoco debería formar parte de los que entendemos como política. Pero... he ahí que ese "algo" que viene a sustituir lo que meticulosamente ha sido apartado bajo ese criterio de neutralidad, acaba constituyendo "otra" de las herramientas políticas de la Gran política.
La tendencia que está tomando esa ocupación "silenciosa", es ya visible apenas se contemplen los hechos con cierta limpieza mental.
Entonces, cabría formular la pregunta siguiente: ¿tiene la misma categoría política (o apolítica) aquello que se transladó al ámbito privado que esto otro que deja de ser privado en el nombre de la igualdad de oportunidades de las minorías? ¿Acaso cuando el catolicismo sea un mero residuo testimonial, van a hacer campaña en su favor por tratarse de una minoría "getificada"?
No. Ese movimiento pendular, descuiden que vaya a darse. Hay enemigos y "enemigos", hay minorías y "minorías" y tengo por seguro que si hay sobre la tierra una "minoría" a exterminar, no es otra que la católica en primera instancia y luego todas las demás confesiones cristianas, en grado directo con su ortodoxia respecto a Cristo.
Es decir, la "tierra de nadie" lo ha sido durante poco tiempo. Es ley natural que los espacios vitales se acaben ocupando y es nuestra obligación, católicos o no, la de advertirlo.
Por tanto, la Política universal en sentido de abordar todos los anhelos humanos, será real en el futuro inmediato. Luego, que cada cual se imagine como será el futuro bajo estos dogmas "incipientes" y se pregunte dónde quedó ese espacio de respeto.
Tal vez, la ambición sea, después de todo, la mejor respuesta que podemos dar. Hay que madurarla pero no es imposible. El mundo moderno nos está demostrando que en nuestros complejos radica su fortaleza, silenciosa, sibilina... Como una serpiente.
