Waits
Madmaxista
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- 20 Ago 2006
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Bueno, da mucho miedo entrar a opinar sobre un tema como éste, donde los cuchillos andan tan afilados.
Ante todo, creo que, cuando conoces a una persona, no puedes comenzar prejuzgándola partiendo de experiencias anteriores. Cada persona merece que se la juzgue por sus propios actos. Otra cosa es querer ver en alguien a quien tú quieres ver, no a quien de verdad es. El amor, que todo lo ciega... ¿Que dónde quiero llegar? Pues a que cada uno tenemos nuestra parte de responsabilidad en lo que nos pasa. Tan ciertas son las situaciones que se describen en el libro que cita Especulador, como las de tíos que siempre buscan a mujeres que les den caña. ¿Que esos tíos son unos fulastres y esas tías unas arpías? Sí, claro, pero, quien cae una y otra vez en el mismo error con diferentes personas, ¿no tendría que asumir su responsabilidad, y hacerse mirar por qué "siempre tiene tan mala suerte"?
Vamos, que también aquí veo que se acaba igual que con el tema de la vivienda, que la culpa siempre es de otro, ya sea del Gobierno "por subir el Euribor", de los bancos o de quien venga al caso.
Desde luego, tampoco las revistas tipo MAN, Cosmopolitan y demás ayudan mucho. Alguna vez he leído un artículo y ¡shishi!, es que lo plantean todo como una guerra de sexos sin cuartel, en plan de engañar al otro, no decir nunca la verdad, buscar únicamente el propio beneficio... Si, en la edad en que la gente está formando su personalidad, la mayor influencia en su relación con el sesso contrario viene de revistas tipo Ragazza o similares, y el mantra de turno es "Las personas del sesso contrario son el enemigo. Úsalas, sírvete de ellas y, cuando te hayas aburrido, tíralas." pues ya me contaréis.
Por cierto, también igualito que la vivienda, verdades-universales-como-puños. En fin, que los palos amorosos duelen, claro que sí, pero la actitud de "Yo ya paso de dar una oportunidad a los hombres/las mujeres" en realidad no es un castigo al otro sesso, sino a uno mismo.
Ante todo, creo que, cuando conoces a una persona, no puedes comenzar prejuzgándola partiendo de experiencias anteriores. Cada persona merece que se la juzgue por sus propios actos. Otra cosa es querer ver en alguien a quien tú quieres ver, no a quien de verdad es. El amor, que todo lo ciega... ¿Que dónde quiero llegar? Pues a que cada uno tenemos nuestra parte de responsabilidad en lo que nos pasa. Tan ciertas son las situaciones que se describen en el libro que cita Especulador, como las de tíos que siempre buscan a mujeres que les den caña. ¿Que esos tíos son unos fulastres y esas tías unas arpías? Sí, claro, pero, quien cae una y otra vez en el mismo error con diferentes personas, ¿no tendría que asumir su responsabilidad, y hacerse mirar por qué "siempre tiene tan mala suerte"?
Vamos, que también aquí veo que se acaba igual que con el tema de la vivienda, que la culpa siempre es de otro, ya sea del Gobierno "por subir el Euribor", de los bancos o de quien venga al caso.
Desde luego, tampoco las revistas tipo MAN, Cosmopolitan y demás ayudan mucho. Alguna vez he leído un artículo y ¡shishi!, es que lo plantean todo como una guerra de sexos sin cuartel, en plan de engañar al otro, no decir nunca la verdad, buscar únicamente el propio beneficio... Si, en la edad en que la gente está formando su personalidad, la mayor influencia en su relación con el sesso contrario viene de revistas tipo Ragazza o similares, y el mantra de turno es "Las personas del sesso contrario son el enemigo. Úsalas, sírvete de ellas y, cuando te hayas aburrido, tíralas." pues ya me contaréis.
Por cierto, también igualito que la vivienda, verdades-universales-como-puños. En fin, que los palos amorosos duelen, claro que sí, pero la actitud de "Yo ya paso de dar una oportunidad a los hombres/las mujeres" en realidad no es un castigo al otro sesso, sino a uno mismo.