Incorrezto
Ξηστως
Sobre la Derecha Estética, la definiría así, un poco apresuradamente, y en virtud de lo que leo y escucho a los camaradas que he ido conociendo y amigos que he ido haciendo estos últimos años.
La categorización de una derecha como "estética" y la creación de un significante tan osado como éste, la Derecha Estética, obedece a la necesidad de crear una instancia contemporánea de un significado mucho más antiguo de lo que este término recién creado sugiere.
En la Derecha Estética encontraremos el espíritu del español de orden, con un permanente recurso a lo castrense como inspiración ya que por parentesco, afinidad y/o simple pertenencia, el estamento militar es casi un sinónimo de "derecha estética" atemporal; lo militar es "de derechas", una "milicia de hombres honrados" que decía Calderón de la Barca, y es, por supuesto, estético.
Si bien la Derecha Estética está aún por definirse, la necesidad de concretarse en una alternativa al orden establecido incluso en cuanto a la indumentaria, está ahí. La Derecha Estética propone sus propios valores enfrentados a los postulados materialistas, economicistas, calculadores y cobardes que suponen el espíritu de los tiempos neցros de hoy.
A este quebranto del espíritu de la España Eterna, representado por las masas cobardes y mezquinas que sólo saben actuar como hordas salvajes, muchedumbres poseídas por comportamientos colectivos que corresponden con pecados individuales, se le combate mostrando siempre fuerza, honor y lealtad para con los propios y firmeza, comprensión y magnanimidad con el adversario. Al enemigo deshonesto y tramposo se le destruye sin más miramientos y que Cristo les perdone si puede, nosotros no vamos a ser más que él.
La Derecha Estética no entiende de clases sociales aunque apela al obrero, al soldado, al hombre de a pie en suma, como depositario principal de las mejores esencias del español. De entre ellos hubieron de salir los mejores vasallos que pocas veces tuvieron un buen señor, y que cuando lo tuvieron, hicieron temblar los tronos de reyes (a veces los propios) papas, emperadores y sultanes. Una España Imperial que no era alguien en Europa, sino que era Europa quien quería ser alguien en España.
Si bien se busca al obrero, no se rechaza, más bien al contrario, a los que por virtud de cuna o capacidad estén por encima en fortuna personal y en posición social. En la Derecha Estética todos hacemos falta y no sobra ni basta nadie aunque ninguno sea imprescindible. Con pocos haremos muchos y con muchos haremos todo, recuperando la Unidad de Destino en lo Universal de José Antonio, las Españas del Dios, Patria, Fueros y Rey de Carlos María Isidro y la Hispania que reclamaban para sí los reyes de la Edad Media que se dieron cita en las Navas de Tolosa en 1212 para asestar un golpe mortal al jovenlandés, enemigo juramentado y eterno de todo lo que representamos, derrotándolo así en nombre de la Cristiandad, de Europa y de nosotros mismos, instrumentos y beneficiarios al tiempo de muchas causas y todas ellas nobles.
Porque España, amigos míos, necesita construirse siempre hacia el exterior, la España que nace en Covadonga y mira hacia el Sur, hacia las Columnas de Hércules y cuando pone pie en ellas prosigue hacia Canarias y en cuanto llega la oportunidad de conquistar la Mar Océana, se encamina a ello. Siempre más, siempre mejor y siempre España, construyendo una España infinita, que de la vuelta al mundo, que evangelice salvajes, extermine herejías protestantes, someta al mahometano y al hormiguero asiático sin alma.
La Derecha Estética supone así un retorno de algo que nunca se fue, una manifestación actual de esa España que exploró y conquistó el mundo exterior y el interior, una España llena de descubridores, soldados, caballeros, santos y místicos. Una España con el lema Plvs Vltra marcado a fuego en el corazón y una misión terrena y divina insertas en su alma.
Únanse a la Derecha Estética. Los mejores, ya están aquí.
No se por qué los derechistas del hilo te ningunean este post, quizá porque ellos son mas de la Derecha Ética.
Que se creen que existe o existió en el poder alguna vez.
