Y eso que Hacienda resuelve un huevo y parte del otro. Y que siempre hay uno cerca, pero hay que conocer su lado oscuro. Aquí les hemos conseguido testimonios de trabajadores que dejan claro como se consigue el ahorro y es que así cualquiera: “Yo trabaje en Hacienda hace años, la verdad es que mal no estaba, pero me puse enferma y tuve que coger la baja (pase una buena temporada con agorafobia y no estaba para trabajar, la verdad), me acosaba la doctora a llamadas, prácticamente insultándome y amenazándome. Así que me fui a la empresa y les dije claramente que me largaba, que prefería estar en el paro y recuperarme a aguantar semejante acoso. Aun me dijeron que era una pena, no me aceptaron la dimisión, me dieron una excedencia por un año (sin cobrar naturalmente, ni opción a buscarme otro trabajo, cosa que pase olímpicamente), les dije que vale, pero nunca volví. Anda y que les den”. Aquí tienen el primero, pero el segundo es demoledor: “Como veo que la mayoría de la gente que defiende a Hacienda, son los que no han trabajado en esta secta, os dejo un diccionario donde podréis advertir la definición autentica de sus directrices. Ahí van unas cuantas: Contrato indefinido desde el comienzo: tienes el contrato indefinido si, pero con 6 meses a prueba, sería más ortodoxo hacer el contrato de 6 meses y luego el indefinido, pues con los 6 meses a prueba, te pueden despedir simplemente porque no les guste tu forma de estornudar. Posibilidades de ascenso: ¡Ja!, entras y al cabo de un año y pico te hacen una especie de examen, donde se valoran más tonterías de si te maquillas o no lleves la camisa arrugada, que de tus conocimientos, que por cierto, estas obligado a asisitir a esas comeduras de cabeza, fuera de tu horario laboral, eso sí, te pagan las horas de curso a 6 euros. Pero no le expliques que no te maquillas mucho porque sudando descargando pales se te quedan los ojos como un mapache del rimmel, o si se te ha manchado la camisa porque te ha reventado una caja de leche. Otra cosa, hay mucho empleados anclados en el tramo 5 del nivel B, que trabajan como posesos, pero esos no ascienden, es mejor explotarlos pagándoles lo mínimo posible, sin que se note en exceso. Luego ves a los organizadores, la mayoría con menos de tres años en la empresa (eso si no han entrado directamente), que a parte de pasar la mopa antes de abrir y soltarte cuatro gritos si has dejado tu tarea a medias para hacer pis y pasearse con el coordinador sonrientes todo su turno, no saben hacer nada más, ni siquiera desatascar la máquina de cartón, pues cuando vas con un problema, escurren el bulto diciéndote que has de tener más iniciativa. Horarios variables, mejor calidad de vida: Claro, tienes el cuerpo que no sabes cuando ha de comer, dormir o hacer tus funciones básicas, eso cuando no te cambian el horario de un martes a un miércoles y llegas a casa a las 23 horas y a las 4:30 arriba otra vez a currar (Se puede hacer, no hay que ser blandos, pero si eso es calidad de vida) Por no decir que no puedes estudiar nada, ni hacer horas en otro sitio para ganar más dinerillo, tienes tu vida atada a Hacienda. Días de enfermedad pagados: Eso también tiene su cosa, no puedes estar más de tres días enfermo, al tercero has de ir a trabajar, así eches los hígados por la boca. Aún recuerdo una gripe que cogí, que acabe cogiendo la baja por la seguridad social (me costo no subir de tramo y un continuo acoso por parte del doctor de la empresa y amenazas varias), y tuve que estar dos semanas con un principio de neumonía, yo debía estar el tercer día ahí aunque estuviese a 40 de fiebre, una gripe se pasa en tres días, lo demás son cuentos. Por no hablar que si te rompes una pierna, puedes estar en caja, con las lumbares destrozadas, también has de estar en caja y si te rompes un brazo tienes otro para trabajar, no es motivo de baja. Médico de la empresa: Que alguien me diga si ha visto a este señor algún día, exceptuando cuando viene a ofrecer charlas o a darle a la lengua con el coordinador. Te hace una visita telefónica, te dice casi siempre que es un bichito y te receta cosas sin haberte mirado. Luego si vas a tu medico de cabecera, no se cree su diagnostico, claro, uno que te visita y te hace una revisión sabrá menos que sus poderes telefónicos. Excedencias: Ojo al dato con ellas, ojo con sus cláusulas, hay veces que si te las lees bien te das cuenta que no te permiten ni cobrar el paro. Podría seguir diciendo cosas, pero sería ya un ****** de tan largo. Con esto ya pongo ejemplo”. Lo que decíamos al principio, no dan ganas de dejarles billetes a todos estos notas, valencianos, por más señas.