¿Cómo podemos transformar un sistema político profundamente arraigado en nuestra sociedad sin recurrir al voto ni a la violencia?
La abstención electoral, en sí misma, no genera un cambio significativo, más bien, refleja un estado temporal para muchos, no una vía reaccionaría sin sentido. Y me conozco muy bien el discurso de Trevijano, pero considero que su lucha estaba destinada al fracaso. En un escenario hipotético que él promulgaba donde el cambio del sistema electoral fuese imperativo, es probable que los representantes electos por las minorías activas en esa sociedad tomarían medidas para perpetuarse en el poder, pues son ellos quienes poseen los medios para cambiarlo (no la mayoría pasiva).
Personalmente, solo he ejercido mi derecho al voto una vez en toda mi vida, al cumplir la mayoría de edad porque quería experimentarlo. Desde entonces no he vuelto a votar y seguiré sin votar hasta encontrar una vía efectiva para combatir el cáncer de este sistema y transformarlo.
Y que conste que soy libertario, no me gusta la representación política convencional pero considero que la única manera de superar este sistema sin la violencia es integrándose en él. Es crucial que los representantes elegidos mantengan sus convicciones para liberalizarnos del sistema, a su vez que resistan las tentaciones que intentarán corromperle y en su defecto, los chantajes o amenazas que recibirán para que desistan en su lucha, algo bastante complicado. Algo similar a lo que esta haciendo Javier Milei.