Por supuesto que no, ha de tener su PC. Ahora bien, si puedes hacer eso desde tu casa sin venir a la oficina ( suponte que eres tú ), Dame una, una sola razón lógica y sensata por la que creas que yo deba pagarte a tí 1.000€ ( o los que sean ) en tu casa y no 30$ a un cubano en cuba. Y no, no me vale la "calidad" del trabajo porque en todas partes hay buenos y malos currantes.
Solo una, una sola razón te pido.
Corría el año 2010 y la empresa de consultoría informática en la que yo trabajaba por entonces, una multinacional con oficinas en Madrid, tuvo la genial idea de abrir sede en Buenos Aires.
La idea era muy sencilla: damos servicio a los clientes de España (los de siempre: grandes bancos y aseguradoras, etc) con curritos que cobran unos 400 euros/mes.
Llegaron a pagar estancias de varios meses a grupos de trabajo de allí para que vinieran a España a empaparse de cultura de trabajo española.
De lo que se empaparon fue del vino y las mujeres españolas, que les parecían baratos y fáciles (no sé si en ese orden, uno se ligó a la de recepción).
Meses más tarde: entregas fallidas, poca calidad, falta de respuesta ante las necesidades del cliente...
Así que nos enviaron a un grupo a auditar aquello. Poco a poco, con cuentagotas, fuimos viendo el percal.
Un día surgió un problema después de un pase a producción, y nadie cogía el teléfono.
Así que me llamaron desde Madrid y fui a ver. No había nadie frente a los ordenadores.
Estaban en las salas comunes viendo un partido de Messi en las teles de plasma. Tal cual.
A veces en vez de eso estaban jugando al "metegol", o al billar.
Porque, sí, allí cobraban poco pero tenían unas condiciones mucho mejores que las de las oficinas de España por un simple motivo: no sobraba la mano de obra cualificada, como en España.
Así que si no cuidaban a sus empleados, se iban. Cero presión, que se nos estresan.
Y eso dio lugar a la tormenta perfecta: los de arriba (desde España) vendían proyectos con plazos imposibles, como es habitual en España, pero los curritos de allí no los sacaban adelante.
Y tenían todo el apoyo de sus jefes argentinos.
Ya ha pasado tiempo y supongo que la cosa habrá cambiado.
Pero años más tarde, en cierto país europeo, viví algo similar con trabajadores de India, que eran capaces de hacer una casa poniendo las tejas en el suelo y el parquet en el techo.
Y entre revisar y reescribir su código, al final no salía a cuenta.