Habéis visto el club de la lucha ¿no?
Mi suegro tenía un colega que se puso a hacer jabón. Pastillas, luego líquido, luego detergentes... al principio todo natural: sosa, aceites y esencias, como lo haríamos nosotros en un patio.
El único problema es que el negocio (en b porque era amateur) creció y el hombre no tenía papeles de ningún tipo. Conocía mucha gente del pueblo y les colocaba toda la producción.
¿Problema dónde? diréis... pues que lo hacía en SU fruta CASA. Y su fruta casa era un bajo paco de un bloque de pisos paco en el pueblo. Y manejaba productos inflamables como el que saca cerveza de la nevera. Las cosas de los pueblos, las matanzas y los químicos se manejan sin guantes ni hezs, lo contrario es de amanerados urbanitas.
El negocio empezó a prosperar (!!!) hasta que, coincidencias de la vida, lo pillaron. Supongo que tuvo que ver la compra de maquinaria industrial y productos químicos en bidones que le traían en camión a la puerta de casa... y los vecinos se olerían que estaba cocinando meta cuando era mucho peor
Brutal. No saltó medio barrio por los aires por pura casualidad.
Tras la primera inspección y denuncia, resulta que además de su casa tenía otro local alquilado como almacén, pero ése no lo habían pillado. El pobre hombre, para evitar que se complicara la situación, pidió a algunos conocidos que le albergaran provisionalmente alguno de los bidones.
Fue un poema llegar mi señora un día a la oficina de mi suegro y encontrarse allí los bidones del susodicho con mi suegro diciendo que le había pedido el favor y, hombre, él qué iba a hacer, que es que si le pillaban se le iba a complicar aún más el juicio... como el que te guarda el casco de la moto mientras vas a por pan, no hay peligro ni miedo, señores, si esto es líquido y está tapao
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Le cayeron 600.000 euros de multa y no sé en qué quedo el tema, supongo que le expropiarían hasta la camisa y no sé si llegó a ir a la guandoca.