Nada. Se les cuenta que no pasa nada, que desmantelen su industria, que es deficitaria, inviable y obsoleta y que vivan del turismo y la agricultura. Luego se permite a jovenlandia que venda productos agrícolas en competencia con ellos pero sin las mismas trabas de requisitos de uso de fertilizantes, abonos, leyes laborales y de seguridad en el trabajo y demás, y a ver si aprenden un poquito de esa empatía que tal mal se les da.
Luego que digan eso tan socorrido de "¡No fuimos nosotros, fue Hitleg, fue Hitleg!".