Ernesto o lo otro
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El Ejecutivo de las Islas declaró literalmente que "el contrato cubría la totalidad de lo solicitado" por el servicio público de Salud pese a saber que se trataba de material defectuoso
El Govern balear que presidía la socialista Francina Armengol endosó a la Unión Europea el gasto de 3,7 millones de euros públicos en mascaras de la trama vinculada a Koldo García a pesar de que sabía que éstas eran defectuosas. Una circunstancia que, además, fue ocultada en los informes tramitados ante la Unidad de Control encargada de la vigilancia de los fondos comunitarios. En estos documentos, a los que ha tenido acceso en exclusiva EL MUNDO, el Ejecutivo de las Islas declaró literalmente que «el contrato cubría la totalidad de lo solicitado» por el servicio público de Salud.
Así se desprende del análisis de los propios informes internos emitidos en los diferentes departamentos del Ejecutivo autonómico que tramitaron y autorizaron esos pagos, así como de la cronología contenida en los documentos del expediente
Además, el material no era simplemente defectuoso, sino claramente irregular. El informe del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (que depende del Ministerio de Trabajo y se reproduce en la imagen al final de esta página) sobre el material que vendió la trama al gobierno de Baleares deja una conclusión tumbativa: las mascaras que vendió Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL llegaron a multiplicar por ocho la filtración máxima permitida legalmente. Las KN95 son aquellas mascaras que dejan pasar un máximo del 5% de los aerosoles. Las FFP2, un 6%. Pues bien, las pruebas de los laboratorios gubernamentales probaron que en el caso de un lote de 500.000 cubrebocas, la filtración llegaba al 41%. Algo que en Sanidad no vieron ni en los casos más sonados de mascaras falsas de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y que califican no ya de fake, sino de «ultrafake». Otro lote de cubrebocas del mismo contrato superaba el 16%, por lo que también recibió la negativa oficial: «No cumple»
En abril de 2020, el Govern balear de Armengol decidió adquirir 1,4 millones de mascaras a la compañía investigada por cobrar más de 52 millones de administraciones controladas por el PSOE en plena esa época en el 2020 de la que yo le hablo y de ahí repartir comisiones «en efectivo» al entorno del entonces ministro de tras*portes, José Luis Ábalos, con su asesor Koldo García como principal beneficiado.
Conversaciones "verbales"
El Ejecutivo autonómico que lideraba la actual presidenta del Congreso compró el material a la empresa de las mordidas sin que mediara expediente de contratación, tras conversaciones «verbales» y cuatro días después de haber recibido un correo electrónico el 25 de abril de aquel año en el que el responsable de la empresa ahora investigada por la Fiscalía Anticorrupción anunciaba el envío de un avión con mascaras chinas a Palma.
La tras*ferencia fue exprés: el 5 de mayo el servicio público de salud balear tras*firió el dinero público a la compañía sin haber analizado detalladamente el género recibido.
De hecho, aquella partida de mascaras nunca se llegó a distribuir. A principios de junio de 2020 el Centro Nacional de Medios de Protección estuvo realizando muestreos y ensayos sobre aquel cargamento y analizó su calidad, concluyendo el día 8 que «ninguna de las cuatro referencias cumplía con los requisitos» y no se ajustaban en consecuencia a lo que, sobre el papel, había ofrecido la empresa y contratado el Govern.
Las mascaras fueron en los días sucesivos retiradas de todos los centros de salud de Baleares y almacenadas en una nave del municipio mallorquín de Marratxí. Allí siguen a día de hoy en cajas apiladas, habiendo caducado la gran mayoría entre abril de 2022 y marzo de 2023, para más señas. A pesar de contar con ese informe del CNMP que convertía aquella partida de mascaras en inservibles para el fin para el que oficialmente se habían comprado con fondos públicos, el Govern cargó a posteriori el gasto a la Unión Europea, incluyendo esta compra en un lote de contratos de material que fue declarado elegible para beneficiarse del dinero comunitario por parte de ese mismo Govern más de medio año después: el 11 de diciembre de 2020.
En el formulario de fiscalización previo validado el 19 de noviembre de 2020 por la Unidad de Control y Verificación de los fondos Feder -la partida de Fondos para el Desarrollo de la UE a la que se cargó el gasto- no se hizo constar que el cargamento había sido distinto al contratado.
En ese documento, al que ha accedido este periódico y que se reproduce en esta página, no se exponía ninguna irregularidad ni se aludía al incumplimiento al que tres años más tarde el PSOE se aferró para iniciar un proceso de reclamación antes de las elecciones en las que perdió el poder. De hecho, en ese informe se contestaba con un inequívoco «sí» a la pregunta literal sobre si «el contrato cubre la totalidad de lo solicitado» por parte de la Consejería de Sanidad.
El expediente había llegado el 3 de julio, un mes después de conocer por vía oficial que las mascaras, más que defectuosas, eran ultrafake
La Unidad de Control y Verificación de los Fondos Europeos del Gobierno balear dio por bueno el material comprado a la trama del asesor de Ábalos para acceder a la financiación comunitaria. En el formulario que realizó en noviembre de 2020 subrayó que las mascaras, que resultaron inservibles, «cubren la totalidad de lo solicitado». Sorprendentemente, cinco meses antes el propio Gobierno presidido por Francina Armengol certificó que el material sanitario adquirido a la empresa Soluciones de Gestión «no cumple con los requisitos». En estos momentos toneladas de mascaras procedentes de esta partida se encuentran abandonadas en un almacén mientras se exige el reintegro del dinero
El Gobierno de Armengol ocultó que las mascarillas de la trama eran "ultrafake" para recibir fondos europeos
El Govern balear que presidía la socialista Francina Armengol endosó a la Unión Europea el gasto de 3,7 millones de euros públicos en mascaras de la trama vinculada a Koldo...
www.elmundo.es
El Govern balear que presidía la socialista Francina Armengol endosó a la Unión Europea el gasto de 3,7 millones de euros públicos en mascaras de la trama vinculada a Koldo García a pesar de que sabía que éstas eran defectuosas. Una circunstancia que, además, fue ocultada en los informes tramitados ante la Unidad de Control encargada de la vigilancia de los fondos comunitarios. En estos documentos, a los que ha tenido acceso en exclusiva EL MUNDO, el Ejecutivo de las Islas declaró literalmente que «el contrato cubría la totalidad de lo solicitado» por el servicio público de Salud.
Así se desprende del análisis de los propios informes internos emitidos en los diferentes departamentos del Ejecutivo autonómico que tramitaron y autorizaron esos pagos, así como de la cronología contenida en los documentos del expediente
Además, el material no era simplemente defectuoso, sino claramente irregular. El informe del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (que depende del Ministerio de Trabajo y se reproduce en la imagen al final de esta página) sobre el material que vendió la trama al gobierno de Baleares deja una conclusión tumbativa: las mascaras que vendió Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL llegaron a multiplicar por ocho la filtración máxima permitida legalmente. Las KN95 son aquellas mascaras que dejan pasar un máximo del 5% de los aerosoles. Las FFP2, un 6%. Pues bien, las pruebas de los laboratorios gubernamentales probaron que en el caso de un lote de 500.000 cubrebocas, la filtración llegaba al 41%. Algo que en Sanidad no vieron ni en los casos más sonados de mascaras falsas de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y que califican no ya de fake, sino de «ultrafake». Otro lote de cubrebocas del mismo contrato superaba el 16%, por lo que también recibió la negativa oficial: «No cumple»
En abril de 2020, el Govern balear de Armengol decidió adquirir 1,4 millones de mascaras a la compañía investigada por cobrar más de 52 millones de administraciones controladas por el PSOE en plena esa época en el 2020 de la que yo le hablo y de ahí repartir comisiones «en efectivo» al entorno del entonces ministro de tras*portes, José Luis Ábalos, con su asesor Koldo García como principal beneficiado.
Conversaciones "verbales"
El Ejecutivo autonómico que lideraba la actual presidenta del Congreso compró el material a la empresa de las mordidas sin que mediara expediente de contratación, tras conversaciones «verbales» y cuatro días después de haber recibido un correo electrónico el 25 de abril de aquel año en el que el responsable de la empresa ahora investigada por la Fiscalía Anticorrupción anunciaba el envío de un avión con mascaras chinas a Palma.
La tras*ferencia fue exprés: el 5 de mayo el servicio público de salud balear tras*firió el dinero público a la compañía sin haber analizado detalladamente el género recibido.
De hecho, aquella partida de mascaras nunca se llegó a distribuir. A principios de junio de 2020 el Centro Nacional de Medios de Protección estuvo realizando muestreos y ensayos sobre aquel cargamento y analizó su calidad, concluyendo el día 8 que «ninguna de las cuatro referencias cumplía con los requisitos» y no se ajustaban en consecuencia a lo que, sobre el papel, había ofrecido la empresa y contratado el Govern.
Las mascaras fueron en los días sucesivos retiradas de todos los centros de salud de Baleares y almacenadas en una nave del municipio mallorquín de Marratxí. Allí siguen a día de hoy en cajas apiladas, habiendo caducado la gran mayoría entre abril de 2022 y marzo de 2023, para más señas. A pesar de contar con ese informe del CNMP que convertía aquella partida de mascaras en inservibles para el fin para el que oficialmente se habían comprado con fondos públicos, el Govern cargó a posteriori el gasto a la Unión Europea, incluyendo esta compra en un lote de contratos de material que fue declarado elegible para beneficiarse del dinero comunitario por parte de ese mismo Govern más de medio año después: el 11 de diciembre de 2020.
En el formulario de fiscalización previo validado el 19 de noviembre de 2020 por la Unidad de Control y Verificación de los fondos Feder -la partida de Fondos para el Desarrollo de la UE a la que se cargó el gasto- no se hizo constar que el cargamento había sido distinto al contratado.
En ese documento, al que ha accedido este periódico y que se reproduce en esta página, no se exponía ninguna irregularidad ni se aludía al incumplimiento al que tres años más tarde el PSOE se aferró para iniciar un proceso de reclamación antes de las elecciones en las que perdió el poder. De hecho, en ese informe se contestaba con un inequívoco «sí» a la pregunta literal sobre si «el contrato cubre la totalidad de lo solicitado» por parte de la Consejería de Sanidad.
El expediente había llegado el 3 de julio, un mes después de conocer por vía oficial que las mascaras, más que defectuosas, eran ultrafake
La Unidad de Control y Verificación de los Fondos Europeos del Gobierno balear dio por bueno el material comprado a la trama del asesor de Ábalos para acceder a la financiación comunitaria. En el formulario que realizó en noviembre de 2020 subrayó que las mascaras, que resultaron inservibles, «cubren la totalidad de lo solicitado». Sorprendentemente, cinco meses antes el propio Gobierno presidido por Francina Armengol certificó que el material sanitario adquirido a la empresa Soluciones de Gestión «no cumple con los requisitos». En estos momentos toneladas de mascaras procedentes de esta partida se encuentran abandonadas en un almacén mientras se exige el reintegro del dinero