Merrill
en tu piscina
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Es que a igualdad de condiciones no son distintos. Lo que pasa es que tú lo fías todo al genotipo pasando por alto el fenotipo, es decir obviando las condiciones de vida de cada uno y su entorno. El puñetero infierno del que salen y por el que han pasado la mayoría de personas de color jovenlandeses hace que vengan cribadísimos, porque el que no se ha comportado como un hijo de la gran fruta probablemente haya muerto en el camino. ¿Todos? No, claro, todos no, pero tú fíate y no corras xDYo no creo que los personas de color sean más simples o más violentos que un polaco.
Luego obvias el elemento cultural religioso: un polaco tiene base cristiana, común con la nuestra y con siglos de tradición separación Iglesia-Estado. Un pagapensiones africano casi con toda seguridad la tenga musulmana (ya sé que no todos lo son) y eso es importante porque, como sabes, el Islam es también un sistema político que no aspira a integrarse sino a imponerse y prevalecer. En Occidente no «se quieren» jovenlandeses a mansalva porque tal o cual, sino porque no hay más remedio. Van a venir sí o sí y no lo podemos impedir a no ser que ametrallemos sus pateras como describía Orwell en 1984. Todo se andará. Mientras tanto se les abre una puerta para que no nos pasen a cuchillo, explotándolos como bestias y enfrentándolos a la base obrera autóctona. Creando tribus.
Porque esto va de tribus.
Lo más cerca que estuvimos de la utopía fue en los años de la guerra fría y también los 90 por puro «overshooting», después ha sido todo una cuesta abajo distópica donde la lucha de carácter ideológico/económico ha dado paso al tribalismo y la organización identitaria. Ya no hablamos de ideas, ni de lucha de clases, sino de grupos que se organizan alrededor de un rasgo. Ahí tienes como muestra el botón de la izquierda, que antes predicaba el internacionalismo interseccional y ahora discuten si al LGTBQWERTY hay que añadirle alguna sigla más mientras a su base electoral se la ama el capital corporativo y sus barrios se degradan a pasos agigantados.
¿Conoces el ensayo de Kaplan «La anarquía que viene»? Ahí tienes para empezar. En el libro está todo, y es del 94.
The Coming Anarchy
PD: puedes llamarme racista con todas las letras si quieres. He vivido en suficientes barrios y edificios multiculturales para tener claro ya a quien no darle la espalda y no mostrarme débil.