La diferencia entre un hotel cápsula de Tokio y este microestudio que se ofrece en Fotocasa es que en el primero puedes amar en más de una postura (lo sé: he estado) y en esta cama a duras penas te puedes quererse de costado. Eso sí, el precio es imbatible: 500 euros al mes (ha bajado 100 por aquello de la crisis) por un estudio de 18 metros cuadrados al lado de la Puerta del Sol.
Lo malo no es que tenga pocos metros cuadrados, sino tampoco demasiados metros cúbicos, de modo que la cama ha sido ubicada en el hueco que quedaba encima del mueble de la cocina, lo que hubiera sido el armario de las sartenes en un universo paralelo “normal”. La foto de este zulo se ha hecho viral gracias a este tuit de @ozeemi:
Visto en Fotocasa,