Miss Marple
Más allá de la burbuja
Los titulares de la prensa española hablan de que las bolsas se desploman “mientras esperan la decisión del BCE”. Todavía no se dan cuenta de por donde van los tiros. El buen Trinchete lo debe estar pasando mal con esto, y creo que a pesar de sus instintos probablemente no mueva los tipos mañana. Los consiguientes titulares de los periódicos probablemente traerán lagrimas de alivio a los ojos de los hipotecados; ¡qué desagradable sorpresa cuando a final de mes les digan que el Euribor ha vuelto a subir, y está por encima del 4,85! ¿Cómo es posible?
Pues porque el interbancario no está seco por falta de liquidez, sino falta de confianza; y eso no lo puede arreglar trinchete por mucho que saque la lavativa de las “inyecciones de liquidez”. Miren como el Libor sigue trepando, a pesar de que hoy por fin el Banco de Inglaterra ha movido ficha para inyectar liquidez. El problema es que hay como mínimo 500.000 millones de dólares de préstamos tóxicos por ahí, y de momento no se han reconocido más de 15.000. Nadie sabe donde está la maldita patata, y si les va a tocar dar líneas de crédito a algún cliente enpatatado mañana, o si le va a tocar al contrario en el interbancario. Como dicen los analistas bancarios de Lehman, la información sobre exposición al crédito hipotecario ha variado “entre mala e inexistente” (Lehman Sees `Material Hit' to Europe Investment Banks). Y es que entre otras cosas los pobres bancos alemanes tienen que decidir si empiezan ya a incluir sus cédulas de activos españoles en el barril de las manzanas podridas. Reconocer todo el material tóxico va a costar sangre, sudor y lágrimas. Y tiempo: varios meses. El Credit Crunch solo está empezando.<O</O
Pues porque el interbancario no está seco por falta de liquidez, sino falta de confianza; y eso no lo puede arreglar trinchete por mucho que saque la lavativa de las “inyecciones de liquidez”. Miren como el Libor sigue trepando, a pesar de que hoy por fin el Banco de Inglaterra ha movido ficha para inyectar liquidez. El problema es que hay como mínimo 500.000 millones de dólares de préstamos tóxicos por ahí, y de momento no se han reconocido más de 15.000. Nadie sabe donde está la maldita patata, y si les va a tocar dar líneas de crédito a algún cliente enpatatado mañana, o si le va a tocar al contrario en el interbancario. Como dicen los analistas bancarios de Lehman, la información sobre exposición al crédito hipotecario ha variado “entre mala e inexistente” (Lehman Sees `Material Hit' to Europe Investment Banks). Y es que entre otras cosas los pobres bancos alemanes tienen que decidir si empiezan ya a incluir sus cédulas de activos españoles en el barril de las manzanas podridas. Reconocer todo el material tóxico va a costar sangre, sudor y lágrimas. Y tiempo: varios meses. El Credit Crunch solo está empezando.<O</O
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