La pregunta en este referendum no tiene un significado definido porque la palabra 'dinero' no tiene un significado definido en economía.
Si con 'dinero' se refieren a los billetes y monedas de Franco suizo, entonces el Banco Central suizo tiene ya el monopolio de emisión de ese tipo de dinero.
Si con 'dinero', en términos de la superstición keynesiana, quieren decir 'masa monetaria' o crédito a corto plazo, entonces el referendum pregunta por sustituir un sistema basado en bancos privados por la abolición de la banca privada y su sustitución por una banca estatal. Esto es: el referendum trataría de aprobar la nacionalización de la banca.
Conseguir que los suizos, feroces defensores de la libertad, aprueben algo tan siniestramente soviético como la nacionalización de la banca, era, a priori, un reto muy difícil.
En un sistema de banca privada, los accionistas de cada banco, y cualquier ciudadano puede hacerse o no accionista de un banco, deciden sus apuestas: a quien prestarán y a quién no. Si la apuesta sale bien, los accionistas se llevan el beneficio, si la apuesta sale mal, los accionistas cargan con las pérdidas.
En un sistema de banca estatal, los políticos (corruptos) deciden a quien conceden los préstamos y se llevan, en forma de poder, los beneficios de esos préstamos. Cuando esos préstamos fallan, y siempre fallan, los contribuyentes son sacrificados y asumen las pérdidas. (Véase el glorioso final de las Cajas de Ahorros o banca pública española)