Esto puede pasar si entra en tu casa un delincuente.
Los jueces imputan 10 delitos al moldavo y absuelven a uno de los reos
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sobre las 3.45 del 20 de junio de 2001, Arcan trepó por las ventanas con rejas del chalé del abogado hasta el ático de la casa y que se introdujo en ella por una puerta que estaba abierta. Allí dormían a esa hora Castillo, su esposa y las dos hijas del matrimonio, de 17 y 15 años. Arcan descendió hasta el dormitorio del matrimonio. Al oír los pasos, el abogado se despertó y se topó con un hombre despiadado que le encañonó con un revólver marca Colt.Al tratar de incorporarse de la cama con el revólver encañonándole, Castillo levantó instintivamente la palma de la mano. No tuvo tiempo para reaccionar. Arcan le descerrajó un disparó. El proyectil atravesó la mano y penetró en el hemitórax izquierdo del abogado. Además del pecho y la mano, le perforó el estómago y la zona renal. Seguidamente, según declara probado el tribunal, Arcan disparó en la zona de la pelvis a María Ángeles Sierra, esposa del fallecido. La mujer quedó semiinconsciente. Arcan notó que Castillo aún respiraba y volvió a cebarse con él: con el puño de un machete de 31 centímetros que portaba, comenzó a golpearle fuerte en la frente. Le hundió la región occipital y le asestó una cuchillada cerca del corazón que finalmente acabó con la vida de Castillo.
Para cerciorarse de que ambos estaban muertos, Arcan encendió la luz del dormitorio. Ella, que quedó boca abajo tras el disparo, se hizo la muerta y logró engañar a Arcan, que siguió su criminal periplo dentro del chalé. Entonces se encaminó al dormitorio donde dormían las dos hijas del matrimonio, a las que agredió tras exigirles que le dijeran el lugar donde su padre guardaba el dinero. Las hijas, menores de edad, muy asustadas, comentaron que lo ignoraban. Una de ellas abrió un armario y le entregó sus ahorros, 114 euros. Luego las encerró en un armario empotrado. Además de las 114 euros, Arcan sustrajo un teléfono móvil y varias joyas. Los jueces explican en la sentencia que mientras Arcan se hallaba con las dos hermanas, Ángeles Sierra recobró la consciencia y logró telefonear para pedir ayuda al servicio de urgencias 112.