El último juicio de la jueza Cillán
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Se enfrenta a una denuncia de la fiscalía para incapacitarla, entre otras cosas, por vivir en la calle, como desveló interviú
El último juicio de la jueza Cillán
Fecha: 04/07/2016 Ana María Pascual / Foto: Alberto Paredes Valoración 1 2 3 4 5 Tu valoración 1 2 3 4 5 0 comentarios
La magistrada Coro Cillán, de 67 años, inhabilitada por un delito de prevaricación, se juega no solo la libertad sino también la capacidad para dirigir su propia vida. Ingresada en Psiquiatría del Hospital de La Paz, sin poder recibir visitas, está siendo evaluada de cara a la vista por incapacitación que promueve la fiscalía. Una prima suya ha presentado una denuncia porque considera que no hay motivo para ese procedimiento. | Sigue leyendo.
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La trayectoria vital de la exjueza Coro Cillán (San Sebastián, 1949) está a punto de caer en barrena. Se enfrenta a un proceso de incapacitación promovido por el Ministerio Fiscal. Inhabilitada en 2013 por un delito de prevaricación al otorgar la administración de un local a un amigo suyo, Coro Cillán reconoció en una reciente entrevista en interviú (número 2.094) haber pernoctado en el madrileño intercambiador de Plaza de Castilla (conecta el metro y varias líneas de autobuses) el pasado invierno. Adujo, quizá por pudor, no haber encontrado plaza en ningún hotel, pero los problemas económicos que atraviesa a raíz del embargo de una parte de su pensión de jubilación podrían ser uno de los motivos de sus estancias en el intercambiador.
Como jueza, Cillán pretendió reabrir la causa del 11-M, alentando la conocida como teoría de la conspiración (la implicación de ETA en los atentados), y durante dos años instruyó diligencias contra el entonces jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, por presunta falsificación de pruebas. Finalmente, la Audiencia Provincial de Madrid archivó el caso por ser “cosa juzgada”. A raíz de aquello, Coro Cillán se ha quejado repetidamente de una campaña de descrédito en su contra, que culminó, según ella, en su inhabilitación en 2013.
Pero ni siquiera aquel juicio donde se jugó su carrera profesional fue tan determinante como el que encarará en breve en el Juzgado de Primera Instancia número 65 de Madrid, donde se enfrenta a una demanda de incapacidad promovida por el Ministerio Fiscal, que propone a la Agencia Madrileña para la Tutela de Adultos como tutor provisional de Coro Cillán. Uno de los argumentos que esgrime la fiscalía es que la exjueza está en situación “de calle” .
Se juega la exjueza Cillán la capacidad para dirigir su propia vida y solo tiene como aliada a una prima carnal, que, aunque prefiere mantenerse en el anonimato, lleva dos semanas intentando, en vano, que se revoque la orden judicial que mantiene internada a Coro Cillán en una reducidísima habitación en la planta de Psiquiatría del Hospital La Paz. Allí se la está evaluando de cara al juicio.
Coro Cillán había ingresado el pasado 31 de mayo en La Paz por unas complicaciones tras una caída. La prima de la exjueza presentó la semana pasada una denuncia contra la sección de Psiquiatría de dicho hospital por “el traslado indebido” a ese departamento, “cuando ella está plenamente lúcida y con plenas facultades mentales”, reza en su escrito, al que ha tenido acceso esta revista y que ha recaído en el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid.
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