Cualquiera con un mínimo de perspectiva puede ver que la deriva del sistema educativo en la última década conduce inevitablemente a la selección del alumnado en función de su dinero, a un sistema elitista, por dos vías principales:
- Depauperización de la enseñanza primaria y secundaria por medio de la reforma educativa, como ya se ha comentado muchas veces. Una amplia mayoría de los legisladores que impulsaron y mantuvieron esa reforma manda a sus propios hijos a centros privados con modelos educativos totalmente diferentes a los que en público defienden para los hijos de los demás. Creo que con esto no hace falta explicar nada más sobre el sentido último de la Reforma iniciada en el año 92.
- Atomización de la enseñanza superior por medio de la proliferación de las Universidades paletas en cada pueblo. Las Universidades públicas podían ofrecer una enseñanza de calidad siempre que se concentrasen los recursos y hubiese una fuerte selección del alumnado. Ahora esto es imposible, ya que hay que mantener un número de chiringuitos que ha crecido exponencialmente. Además, las Universidades públicas no compiten entre ellas: vale igual un título conseguido en la Complutense que en la Universidad de Alpedrete. En cambio, las privadas asoman en el horizonte como aquellas que sí van a aportar esa distinción.
En definitiva, en nuestra sociedad tiene que haber un criterio de selección, porque somos muchos los que aspiramos a unos pocos puestos. Si ese criterio no es el mérito individual, lo será el dinero. Esto lo tienen muy claro quienes han pilotado los cambios de los últimos tiempos, eliminando la competencia procedente de las clases medias y trabajadoras que podrían sufrir sus vástagos.
El dinero como elemento de selección empezó a ser bien visible con la proliferación de los másters del Universo, ESADES y compañía y continuará su senda lógica con la imposición a medio plazo de las Universidades privadas como rúbrica de prestigio y forma de hacer valer tu título en el mercado laboral.
Estando de acuerdo contigo en la mayoría de lo que escribes hay algunas cosas que yo no comparto. Probablemente tenga que ver porque yo escribo desde Galicia, una región en la que apenas hay pagapensiones, y es que yo no veo ese empeoramiento de la calidad en la enseñanza pública primaria, secundaria y en bachillerato más allá de las exageraciones propagadas por los medios de comunicación. También ten en cuenta que el porcentaje de alumnos escolarizados en la enseñanza privada en considerablemente más bajo aquí que en Madrid, por ejemplo.
Y ello va a ser así mientras los profesores de la enseñanza pública, al menos en Galicia, estén mejor pagados que los profesores de la enseñanza privada. Claro que hay muchísimas diferencias de nivel entre institutos pero éstas se deben al nivel socioeconómico del alumnado que educan, pues no es lo mismo un instituto en el centro de la ciudad que otro situado en los suburbios.
Al respecto de lo señalas sobre la educación universitaria, estoy totalmente de acuerdo. Sin embargo, los mejores profesores continúan en las universidades públicas. En economía, la primera universidad privada en investigación -exceptuando Navarra cuya posición no conozco- no está ni entre las 20 primeras.
Por último, sólo señalar un detalle. A finales de la decada de 1980 se crearon la Universidad Carlos III y la Universidad Pompeu con el objetivo de crear una red de superior calidad y que aportase un matiz diferenciador -quizás, también habría que englobar en este grupo a la Universidad Pablo de Olavide- al igual que anteriormente habían hecho con las Autónomas. Sin embargo, se puede decir que han fracasado en este objetivo.