Si vas a un psicólogo con buena disposición, dispuesto a escuchar, abrirte y dejarte aconsejar creo que sí que ayuda. En realidad el trabajo lo haces todo tú, pero el psicólogo puede darte la llave.
Yo he ido a dos pero con mala actitud, pues me obligó mi progenitora cuando era cría. Puse una barrera de escepticismo y cabezonería entrando en una dinámica en la que me sentía incómoda y mi mente era impenetrable para ellas, si no confías ni crees es que no te dejas ayudar. Era como un teatrillo, porque yo asentía y oía todo lo que me decían pero luego seguía con mis creencias bien arraigadas.