Compramos una casa hace unos años y todas las paredes tenían gotelé. Lo malo no era eso sinó que había bastantes reparaciones (de humedades, una roza de meter un cable, etc) que son muy difíciles de igualar y el defecto canta un huevo.
Este veranos pasado nos metimos en la liada y lo quitamos de un pasillo y escalera que era donde peor estaba. La broma es cara, lenta y muy juca. Tienen que lijar el gotelé lo mejor posible y luego lucir de nuevo con dos o tres capas. Luego buscar imperfecciones, volver a lijar y ya se puede pintar.
Como aspectos positivos, da mejor aspecto y es mucho más luminoso.
Como aspecto negativo, una rascadura o mancha se ve a kilómetros. Y lo que antes se solucionaba con un brochazo de pintura dado de cualquier manera porque no se notaba, ahora te obliga a pintar mucha más superficie y con infinito más cuidado para que quede disimulado.
Creo que las habitaciones que quedan con gotelé se van a quedar así hasta que nos toque la lotería. Y no jugamos.