¿Por qué son graves las predicciones del FMI para España? Cinco claves para entenderl
Augura un 40% más de contracción del PIB que hace un mes: se disparará el paro, se destruirá empleo y se producirá un rápido deterioro de las cuentas del Estado
El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajo este miércoles, 10 de diciembre, sus previsiones de crecimiento para España y situó la contracción en “al menos” un 1% en 2009, lo que dibuja un horizonte más bien oscuro para ver una salida de la crisis, sobre todo en su aspecto más esencial, el de generar empleo.
Se podría considerar que este nuevo pronóstico encaja en la dinámica de que cada semana se superan los indicadores negativos de la semana anterior. Sin embargo, el anuncio del FMI es especialmente preocupante si nos atenemos a cinco cuestiones clave que explican la gravedad de la noticia.
De ellas se deduce que en los próximos dos años se generará una gran bolsa de desempleo y se destruirá mucho empleo, se producirá un notable incremento del déficit público y, en definitiva, que hay crisis para largo.
De hecho, las medidas adoptadas hasta ahora por el Ejecutivo de Zapatero no sólo no han conseguido atenuar la crisis sino que han producido un rápido deterioro de las cuentas del Estado.
Crisis en L
Cabe recordar que el FMI calculaba a comienzos de octubre una caída del PIB en 2009 del 0,2%, mientras que el 6 de noviembre el propio Fondo Monetario Internacional corregía sus cifras de unas semanas antes y estimaba la caída en un 0,7%.
Ahora el FMI pronostica una contracción del PIB del 1%, lo que equivale a un 40% más que hace apenas un mes, mientras habla de una crisis “prolongada en forma de L y con un elevado desempleo”, es decir, con una caída muy rápida de la producción y un prolongado estancamiento.
“España podría ‘atascarse’ en una situación de baja competitividad, débil crecimiento, prolongado desapalancamiento y elevado desempleo, de los que sería difícil regresar a un bajo endeudamiento público”, señalaron un grupo de expertos del FMI desplazados a Madrid.
Pero, ¿por qué se pueden considerar especialmente graves las predicciones del FMI? Estos cinco argumentos lo explican.
1. Coincidiendo con la opinión de otros muchos expertos, esa crisis en forma de L que augura el FMI equivale a una fuerte caída de golpe en recesión y una tímida subida para crecer durante un buen tiempo ligeramente por encima de crecimiento cero.
Si en 2009 la recesión se situará entre –1% y –1,5%, como señalan algunos analistas, en 2010 no se sabe a ciencia cierta si continuaremos en recesión o no.
Esta situación genera rápidamente una gran bolsa de desempleo que tardará muchos años en reducirse, ya que se crecerá económicamente muy poco. Además, con un crecimiento muy limitado a duras penas se podrán incorporar nuevas personas al mercado de trabajo.
Esta gran bolsa de paro se produce principalmente por dos causas: por una parte, la gran parte de gente nueva que se incorpore al mercado de trabajo no encontrará empleo; y, lo que es peor, se destruyen puestos de trabajo.
2. Considerando que la caída de 2009 será como mínimo de –1% y que en un mes las previsiones negativas han crecido algo más de un 40%, así como que semana tras semana van empeorando los indicadores de la crisis económica, ¿qué previsiones cabe suponer para las próximas semanas o meses? Todo indica que iremos a peor.
3. Ya se habla de una tasa de paro para 2009 del orden del 17%, lo que equivale a decir que donde se preveían alrededor de tres millones de personas en el desempleo ahora se contemplan unos cuatro millones de parados. De esta cifra, alrededor de 500.000 corresponden a ocupación destruida.
¿Qué pasará en 2010 si seguimos a este ritmo? Teniendo en cuenta que el paro seguirá incrementándose durante un buen tiempo a partir del momento en que se empiece a crecer, y que se espera un crecimiento bajo mínimos, ¿hasta dónde llegará el porcentaje de parados en España en 2010? ¿Y en 2011? No son pocos quienes pronostican que nos podríamos encontrar con tasas de paro incluso del 20%.
De hecho, Antón Costas, catedrático de política económica de la Universidad de Barcelona, advertía recientemente que “esta crisis económica no es como una gripe y recordaba también que, tras la recesión de 1992 y 1993, “el empleo comenzó a caer en el segundo trimestre del año 1992 y siguió cayendo durante 12 trimestres, es decir, tres años”.
4. La evolución de las cifras vienen a constatar que las medidas adoptadas hasta ahora por el Gobierno socialista ni siquiera han conseguido atenuar la caída de la economía; y, al mismo tiempo, le han dejado un margen de maniobra muy reducido.
En ese sentido, es un hecho preocupante que el Ejecutivo de Zapatero ya haya gastado, a tenor de las medidas anunciadas, el equivalente a un 4% del PIB.
Esto representa que en 2008 el déficit público se situará alrededor del 3%, límite fijado por la Unión Europea en el Pacto de Estabilidad. Al mismo tiempo, el FMI calcula que en 2009 el déficit podría situarse en el 5% e incluso podría llegar al 6% del PIB.
Todavía hay previsiones más pesimistas. Ángel Laborda, director de coyuntura de Funcas, se preguntaba hace unos días: ¿Nos ha dicho el Gobierno español a dónde prevé que se vaya el déficit en un par de años?”.
Y añadía: “Si tenemos en cuenta los efectos de los estabilizadores automáticos, muy intensos en España, y las medidas fiscales de carácter discrecional ya tomadas o anunciadas, a mi me sale un déficit superior al 8% en 2010, y aún seguiría aumentando en 2011”.
5. Todo este panorama pone sobre la mesa otro grave problema: el rápido deterioro de las cuentas del Estado. Un problema en el que está en juego, entre otras cosas, el futuro de las pensiones.
Y es que si a los 500.000 trabajadores parados que dejarán de cotizar se suma el progresivo envejecimiento de la población, las cuentas públicas no podrán cuadrar de ninguna manera.
La única ventaja en relación a anteriores crisis, como la de los 80, si es que se puede hablar de ventajas, es que actualmente hay más gente ocupada, al haber crecido en su conjunto la población.
¿Por qué son graves las predicciones del FMI para España? Cinco claves para entenderlo