¡He venido aquí por mi malote y me ponen a un ambulanciero!
Mucho mejor que se llame Mboko y sea un topmantero; un señor con trabajo fijo y estable no me va a llenar de emociones y sensaciones, ¡que soy una administrativa de Cuenca, shishiooo!, ¡yo también quiero mi Greyyyy!, ¡tengo derecho a un Greyyyy!
El problema de estos programas es que normalizan la falta de respeto y educación en ellas, y esa sensación de que cuando vas a una cita es un examen permanente en el que, o sacas un 10 o un 0, y a la mínima empiezan las caraperro y las malas contestaciones sin venir a cuento. Da la impresión que nada más irse contarán a sus amigas con orgullo los muchos desprecios que han hecho a la otra persona, a modo del programita dichoso.
Otra cosa curiosa del programita de marras, que sólo lo veo en casa ajenas por no tener más remedio y durante el mínimo tiempo posible, me he dado cuenta de lo siguiente.
-lgtb con lgtb... OK, todo pefecto, ¡triunfa el amor!
-Lesbi con lesbi... OK, todo pefecto, ¡triunfa el amor!
-Española con hombre de otra raza... OK, todo pefecto, ¡triunfa el amor!
-Mujer de otra raza con hombre heterosexual español... a veces si otras no, si él no quiere se le acusa de racista.
-Española con hombre heterosexual español ALFA... OK, todo pefecto, ¡triunfa el amor!
-Española con hombre heterosexual normal-betilla... el horror, desprecios, insultos, ascos etc