Estuve en una secta durante 7 años, y respondo preguntas

[Asurbanipal]

Mejor ve a un pilinguiclub, amarás más, mejor y gastarás menos dinero

 

[Asurbanipal]

Entonces no te querrán en ninguna secta
Mejor para ti.

 

[EL PVTO ADRENO]

Los grupos que se formaron en los 80 y que han sobrevivido hasta nuestros días ha sido porque aprietan pero no ahogan o porque tienen detrás estructuras de poder serias, como la iglesia católica o las administraciones. Lo grupos de anterior creación suelen funcionar igual, los hay que son más antiguos que el franquismo y ahí están.

La cosa es que hoy día las que más joroban son las sectas Paco de las que hablaba yo.

Tengo un amigo que se montó una y ahora vive de sablear y quererse ancianas en concentraciones de yoga, pilates y muchas de las insensateces que fascinan a los burbujos en plan chemtrails y reptilianos. Las capta online y las exprime en un local con tatami. Maneja una barbaridad de dinero y ya tiene un plan de fuga para cuando los familiares de las ancianas vayan a por él.

Más info por MP, "tengo un colega" también que está interesado en montar una de esas

 

[lilyachty]

eran gente violenta, o fueron violentos en algún momento con alguien?

 

[el tio orquestas]

Llevo desde 2015 foreando en Burbuja. Mi cuenta real atesora cerca de 7.000 mensajes. Pero he preferido crearme una máscara virtual para contar esto. Nunca se sabe quien puede estar leyendo, y los me gusta la fruta que me amaron la vida están, hasta donde yo sé, sueltos e impunes.

Soy miembro de gran parte de los foros de habla hispana. Desde que me salí, arrastro unas secuelas psicológicas bastante graves, que me impiden abrirme emocionalmente y confiar en la gente. La mayoría de mis relaciones sociales son exclusivamente por Internet. Tengo fobia a salir a la calle (aunque la voy superando con terapia).

No voy a contar mi historia. Fueron 7 años de humillaciones y esclavitud, me llevaría mucho tiempo. Prefiero ir respondiendo a lo que pregunteis; sin embargo, sí quiero hacer una serie de advertencias para cumplir con el propósito de todo esto: que la gente entienda de una vez lo que son las sectas y lo que hacen.

A mi nunca me pasaría. Falso. A cualquiera le puede pasar, si das con una secta en el peor momento y en el peor lugar. Las sectas aprovechan su momento para entrar en tu vida, cuando eres vulnerable.

Soy demasiado listo para caer en eso. Falso. La afiliación a sectas no tiene que ver con la inteligencia, sino con el estado emocional en que te encuentres. Y eso ellos lo saben perfectamente: van a por los que están solos, con poca vida social y con poca o ninguna autoestima. En nuestra sociedad se desprecia lo que el estado emocional puede hacerle a una persona, y muchos hemos pagado las consecuencias de esa ignorancia.

Yo me lo olería a kilómetros. Sí, eso pensaba yo también, pero falso. ¿Sabéis cual era el gancho para atraer nuevos miembros? Un club de fotografía. Un inofensivo, entretenido, gratuito, y subvencionado por el municipio club de fotografía.

Una vez que me diera cuenta de que era una secta, yo me iría. Falso. Eso hemos pensado todos cuando hemos visto o leído un reportaje sobre sectas en la tele. No funciona así. Porque ellos se cuidan mucho de que tú no te des cuenta de que estás en una secta, hasta que ya estás dentro. Y cuando estás dentro, ya no puedes salirte sin ayuda.

Pido respeto. Sé que en este foro eso no abunda, pero me gustaría que entendiérais que he pasado una mala racha y que el objetivo de este post es ayudar a que la gente entienda qué es una secta, cómo funciona, y cómo evitarla.

¿Y cómo dices que lograste salirte del PSOE?

 

[Pommeroy]

Pues coñas fuera eso para alguien con un trabajo de hez o en el paro, que no ama, sin demasiadas amistades y tal no suena nada mal y casi hace que te entren ganas de entrar en esa hez. El problema es que las cosas no son como las pintan y me da a mí que se acabaría torciendo todo de una forma muy bestia, como con el matrimonio vamos.

Al principio parece maravilloso.

Tienes amigos que se preocupan por ti y se interesan, sin ser agobiantes (está todo estudiado al milímetro). Vas quedando, y haciendo cosas, completamente normales y sanas: que si escapadita al monte un domingo. Que si a comer todos a un restaurante. Que si a tomar una cervecita en una terraza mientras hablamos de nuestras cosas. Al cine. Música para los oídos de cualquier solitario / aislado.
Vas abriendo tu círculo de amistades. Cada día tienes varios Whatsapps o alguna llamada interesándote por como te va, bromeando, o proponiendo planes.

Cuatro meses después de haber empezado a ir con esa gente, dejé mi apartamento para vivir con ellos, les di los escuetos ahorros (menos de 4.000 euros) que tenía en el banco. Cada noche, el líder me señalaba a alguien, y esa era mi pareja para esa noche. A veces era una persona, a veces dos. A veces eran mujeres y a veces hombres. Cuando te ibas adaptando, eras "recompensado", dejándote elegir a ti, en vez de ser tú el elegido. Y si tu comportamiento no era el esperado, al revés: nunca podías elegir compañía de cama.

No hay intimidad. Cualquiera puede entrar en cualquier sitio sin llamar, y cualquiera puede oír lo que dices. Los baños y las habitaciones no tienen cierre. Las habitaciones "comunes" (el comedor, la cocina) ni siquiera tenían puerta. Mi ropa la guardaba en un baúl de plástico de los chinos, con una etiqueta con mi nombre. No tenía más propiedades que la ropa y los objetos de aseo, y una cartera con mi documentación.

Ciertos aparatos eran "objetos impuros" y no debíamos usarlo. Prohibido tener móvil, ordenador, o tablet. Más tarde me enteré de que el líder y sus adeptos, en sus habitaciones (por supuesto, separadas del resto de la casa por una puerta cerrada con llave) sí tenían ordenador, teléfono y de todo.

Si salías, siempre en parejas mínimo y justificando a donde ibas y a qué, tenías que volver antes de las 12 de la noche, porque a las 12, se cerraba la verja. Si una noche se cerraba la verja y no estabas dentro, cuando volvieras, tendrías un cajón con tus cosas en la puerta. Y he visto a gente llorar y suplicar en esa situación para que les dejaran entrar por haberse quedado fuera haciendo algo y haber vuelto tarde.

Yo no disponía de mi horario. Me levantaba, desayunaba, comía y cenaba siempre acompañado, cuando me lo decían, y había toda clase de actividades que hacer: desde limpiar a lavar la ropa, quitar las malas hierbas del campo, repartir propaganda, organizar nuevos cursos o "hacer amistad" con los nuevos para que sintieran a gusto.

La comida, por cierto. No debo olvidarme de mencionarlo. Éramos "vegetarianos" y hacíamos ayunos en ciertas fechas de rezos. Cuando no había ayunos, se comía lo que te ponían. Tú no podías elegir, ni comprarte lo que tú quisieras. Las drojas, el alcohol, el café, el chocolate, la carne, las bebidas energéticas, ciertos productos de origen animal como los lácteos, y las comidas "perjudiciales" estaban prohibidas.

En fin... creedme que no merece la pena, aunque pueda sonar prometedor (de hecho tiene que sonar prometedor, porque para que compres, tienen que vendértelo) pero detrás, hay un hecho, que es la realidad: que si "compras", dejas de tener vida propia, identidad y dignidad.

 

[Coronavirus]

Al principio parece maravilloso.

Tienes amigos que se preocupan por ti y se interesan, sin ser agobiantes (está todo estudiado al milímetro). Vas quedando, y haciendo cosas, completamente normales y sanas: que si escapadita al monte un domingo. Que si a comer todos a un restaurante. Que si a tomar una cervecita en una terraza mientras hablamos de nuestras cosas. Al cine. Música para los oídos de cualquier solitario / aislado.
Vas abriendo tu círculo de amistades. Cada día tienes varios Whatsapps o alguna llamada interesándote por como te va, bromeando, o proponiendo planes.

Cuatro meses después de haber empezado a ir con esa gente, dejé mi apartamento para vivir con ellos, les di los escuetos ahorros (menos de 4.000 euros) que tenía en el banco. Cada noche, el líder me señalaba a alguien, y esa era mi pareja para esa noche. A veces era una persona, a veces dos. A veces eran mujeres y a veces hombres. Cuando te ibas adaptando, eras "recompensado", dejándote elegir a ti, en vez de ser tú el elegido. Y si tu comportamiento no era el esperado, al revés: nunca podías elegir compañía de cama.

No hay intimidad. Cualquiera puede entrar en cualquier sitio sin llamar, y cualquiera puede oír lo que dices. Los baños y las habitaciones no tienen cierre. Las habitaciones "comunes" (el comedor, la cocina) ni siquiera tenían puerta. Mi ropa la guardaba en un baúl de plástico de los chinos, con una etiqueta con mi nombre. No tenía más propiedades que la ropa y los objetos de aseo, y una cartera con mi documentación.

Ciertos aparatos eran "objetos impuros" y no debíamos usarlo. Prohibido tener móvil, ordenador, o tablet. Más tarde me enteré de que el líder y sus adeptos, en sus habitaciones (por supuesto, separadas del resto de la casa por una puerta cerrada con llave) sí tenían ordenador, teléfono y de todo.

Si salías, siempre en parejas mínimo y justificando a donde ibas y a qué, tenías que volver antes de las 12 de la noche, porque a las 12, se cerraba la verja. Si una noche se cerraba la verja y no estabas dentro, cuando volvieras, tendrías un cajón con tus cosas en la puerta. Y he visto a gente llorar y suplicar en esa situación para que les dejaran entrar por haberse quedado fuera haciendo algo y haber vuelto tarde.

Yo no disponía de mi horario. Me levantaba, desayunaba, comía y cenaba siempre acompañado, cuando me lo decían, y había toda clase de actividades que hacer: desde limpiar a lavar la ropa, quitar las malas hierbas del campo, repartir propaganda, organizar nuevos cursos o "hacer amistad" con los nuevos para que sintieran a gusto.

La comida, por cierto. No debo olvidarme de mencionarlo. Éramos "vegetarianos" y hacíamos ayunos en ciertas fechas de rezos. Cuando no había ayunos, se comía lo que te ponían. Tú no podías elegir, ni comprarte lo que tú quisieras. Las drojas, el alcohol, el café, el chocolate, la carne, las bebidas energéticas, ciertos productos de origen animal como los lácteos, y las comidas "perjudiciales" estaban prohibidas.

En fin... creedme que no merece la pena, aunque pueda sonar prometedor (de hecho tiene que sonar prometedor, porque para que compres, tienen que vendértelo) pero detrás, hay un hecho, que es la realidad: que si "compras", dejas de tener vida propia, identidad y dignidad.

y los shishis como eran?

No le metiste un bofetón a nadie ni marcaste límite? Eran 4 mataos, ¿no te impusiste?

 

[Philip J. Fry]

¿Por 4000€ a cuanto crees que te salio el polvo? Igual compensa y tenemos que ir los foreros en masa. Dejamos de ser casapapis y amamos a diario.

Creo que yo no podria estar en esa clase de sectas porque no me gusta que la gente me llame por telefono, me hable o me necesite, me gusta estar solo.

 

[Pepito of the palotes]

Puigdemont, vuelve.

En serio tío. Te prometemos no reírnos de tu retraso.

Espera

JAJAJAJAJAJAJAJSJAJAJA

Va... Ahora sí. No nos reiremos.

Enviado desde mi OLIVETTI LINEA 98

 

[EL PVTO ADRENO]

Al principio parece maravilloso.

Tienes amigos que se preocupan por ti y se interesan, sin ser agobiantes (está todo estudiado al milímetro). Vas quedando, y haciendo cosas, completamente normales y sanas: que si escapadita al monte un domingo. Que si a comer todos a un restaurante. Que si a tomar una cervecita en una terraza mientras hablamos de nuestras cosas. Al cine. Música para los oídos de cualquier solitario / aislado.
Vas abriendo tu círculo de amistades. Cada día tienes varios Whatsapps o alguna llamada interesándote por como te va, bromeando, o proponiendo planes.

Cuatro meses después de haber empezado a ir con esa gente, dejé mi apartamento para vivir con ellos, les di los escuetos ahorros (menos de 4.000 euros) que tenía en el banco. Cada noche, el líder me señalaba a alguien, y esa era mi pareja para esa noche. A veces era una persona, a veces dos. A veces eran mujeres y a veces hombres. Cuando te ibas adaptando, eras "recompensado", dejándote elegir a ti, en vez de ser tú el elegido. Y si tu comportamiento no era el esperado, al revés: nunca podías elegir compañía de cama.

No hay intimidad. Cualquiera puede entrar en cualquier sitio sin llamar, y cualquiera puede oír lo que dices. Los baños y las habitaciones no tienen cierre. Las habitaciones "comunes" (el comedor, la cocina) ni siquiera tenían puerta. Mi ropa la guardaba en un baúl de plástico de los chinos, con una etiqueta con mi nombre. No tenía más propiedades que la ropa y los objetos de aseo, y una cartera con mi documentación.

Ciertos aparatos eran "objetos impuros" y no debíamos usarlo. Prohibido tener móvil, ordenador, o tablet. Más tarde me enteré de que el líder y sus adeptos, en sus habitaciones (por supuesto, separadas del resto de la casa por una puerta cerrada con llave) sí tenían ordenador, teléfono y de todo.

Si salías, siempre en parejas mínimo y justificando a donde ibas y a qué, tenías que volver antes de las 12 de la noche, porque a las 12, se cerraba la verja. Si una noche se cerraba la verja y no estabas dentro, cuando volvieras, tendrías un cajón con tus cosas en la puerta. Y he visto a gente llorar y suplicar en esa situación para que les dejaran entrar por haberse quedado fuera haciendo algo y haber vuelto tarde.

Yo no disponía de mi horario. Me levantaba, desayunaba, comía y cenaba siempre acompañado, cuando me lo decían, y había toda clase de actividades que hacer: desde limpiar a lavar la ropa, quitar las malas hierbas del campo, repartir propaganda, organizar nuevos cursos o "hacer amistad" con los nuevos para que sintieran a gusto.

La comida, por cierto. No debo olvidarme de mencionarlo. Éramos "vegetarianos" y hacíamos ayunos en ciertas fechas de rezos. Cuando no había ayunos, se comía lo que te ponían. Tú no podías elegir, ni comprarte lo que tú quisieras. Las drojas, el alcohol, el café, el chocolate, la carne, las bebidas energéticas, ciertos productos de origen animal como los lácteos, y las comidas "perjudiciales" estaban prohibidas.

En fin... creedme que no merece la pena, aunque pueda sonar prometedor (de hecho tiene que sonar prometedor, porque para que compres, tienen que vendértelo) pero detrás, hay un hecho, que es la realidad: que si "compras", dejas de tener vida propia, identidad y dignidad.

En resumen: que eres estulto.

Por cierto, escribes decentemente. Lo que me hace pensar que es todo inventado. Buena técnica, espontánea, clara, sencilla y correcta.

 

[Ayios]

A mí me plantea curiosidad cómo es posible que de cara al exterior se presentasen casi como un grupo de quedadas sin ningún tipo de componente religioso y luego una vez dentro digas que había muchos ritos y adoración al líder (¿de qué tipo, mistico?).

Lo digo porque creo que a la mayoría de la gente que le atrae simplemente lo del grupo de amigos saldría espantada en cuanto viese que en realidad es una especie de pseudo-religión. No es lo mismo como si ya desde el principio se presentan como un grupo religioso o espiritual, que esa criba se realiza de entrada. ¿Había muchos que daban el paso de llegar a conocer por dentro la secta y automáticamente decir que no les interesa?