En España hay suficiente vivienda para todos, y a partir de ahí, se puede construir una economía interna más o menos fuerte, según se redistribuyan los presupuestos, no solo a las personas sino también a su modelo productivo. La vivienda ha sido una fortaleza para la creación de nuevos falsos ricos, de una manera rápida y con pingues beneficios. Y si no que se lo pregunten a Japón a finales de los ochenta. ¿Sabes que les pasó? Exacto, su burbuja inmobiliaria estalló y aún siguen pagando las consecuencias. Cuando pasamos lo peor de la crisis, principalmente, gracias a la política monetaria del BCE, yo esperaba que eso que llamaban "cambio de modelo productivo" saliera a escena. Pero no, tuvimos un mercado de la vivienda innacesible por una burbuja de precios inmobiliarios artificial, una devaluación salarial y un apuntalamiento del sector servicios. Pero esas economías dependen de dos cosas: una, del crecimiento de la economía constante, lo que nos hace perder competitividad en momentos de inestabilidad internacional; dos, de factores externos, como es que vengan turistas y la energía sea barata, que ambos empiezan a cojear; y tres, de que la devaluación salarial sea estable, y para ello el trabajador debe tener un mínimo de felicidad. Esa felicidad se ha convertido en depresión por el aumento de precios en materia de alquiler, que ahora lo llaman trabajadores pobres, y es por eso que desde Europa se exigen soluciones. Te gustará más o te gustará menos; al igual que si compras sellos y te dan un 15 por ciento, sabias si investigabas que eso no iba a funcionar; cuando se ha comprado vivienda para invertir, se debería saber si esos aumentos de precios eran sostenibles en el tiempo, y más aún después de la burbuja que vivimos hace diez años, los salarios actuales y las cifras de desempleo, ¿podian soportar un incremento de precios constantes?.
Por último, siento mucho decirte que un bien básico no es un bien de consumo y de especulacion. Con una nómina puedes seguir comprando patatas, agua, una barra de pan o pagando una tarifa de luz, y si tu nómina es limitada, comerás menos patatas, seguirás bebiendo agua y tendrás un chusco de pan todos los días, aunque no puedas irte al cine ni comprarte unas zapatillas nuevas. A mejor sueldo, mas capacidad de consumo, pero lo basico siempre debe estar asegurado. La vivienda, a dia de hoy, resulta un nivelador social. Comparar el precio de un coche con el de la vivienda es inmoral, y no intervenir el precio no es sostenible para la supervivencia del sistema. Y es por eso que va a ser el propio sistema el que ponga fin a la fiesta.