Percentil99
Madmaxista
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El Cacareo de la filosofía moderna es el equivalente a patear un rastro de hormigas. Acabada la Fe, tenemos un montón de tipos intentando levantar su narrativa, siendo cada vez más creativos u originales. Desprecian la Creación y se ensimisman en sus creaciones propias. Antes teníamos un Cuerpo, los órganos se debían y crecían con él. Hoy tenemos un cadáver-ecosistema plagado de gusanos: identidades, naciones e ideologías. ¿Entramos en un feudalismo postimperial virtual o panpsíquico? El Internet de las tribus urbanas y de las cámaras de eco se le parece mucho.
La medida de lo fisico, lo dan los objetos del mundo fisico, no lo real, aunque venga de res-rei que significa cosa, hay muchas cosas que no vemos y también podríamos decir que son cosas, las ondas de radio, de tv etc.
Porque usted no admita porque lo considera sueño o alucinación, eso no quiere decir que no sea el mundo real, el mundo astral, el mundo espiritual, el que no se ve, pero es el autentico donde nuestra esencia se manifiesta tal y como es, y no aqui en este mundo en el que estamos disfrazados con un cuerpo físico que es solo apariencia.
Otra forma en que se expresa la ruptura moderna consiste en despreciar lo que no se puede manosear, siquiera verbalmente, o restarle importancia a lo que se tiene entre manos en la idea de todo lo que se nos escapa, aunque no se sepa de qué se trata. Como tiene que haber más, aunque no sé qué es, lo que tengo es relativo, apenas interesante... Son especulaciones que parecen elevar al embelesado a lugares muy altos de la consciencia humana...
En ambos casos se pone de manifiesto la soberbia: no quiero lo que no tengo ni falta que me hace, sentido con desprecio y altivez. O qué poco tengo yo que me merezco tanto. Estoy seguro que muchos entenderían el primer ejemplo como un caso claro de humildad (no quiere nada más que lo que tiene) y sin embargo cuánta soberbia está implicada en ese aparente conformismo. Como en el segundo caso que lleva consigo un desprecio por lo real, lo que tiene a mano, porque su perspectiva le eleva del suelo y desde la altura finge compasión por los afanosos de este mundo. Como no lo sé todo, lo que sé es casi insignificante y pesa más el discurso versado en el intento de intrusión más allá de los límites, que otro que aclarara e hiciera útil lo que está dentro de ellos. Hay una especie de escapismo complaciente y decadente que atrae mucho a los jóvenes que apenas han salido de la niñez ya se sienten hastiados por un mundo demasiado árido y riguroso. Tal vez explique esta imagen ese adolescencia alargada sintéticamente entre las realidad de la infancia (cuando las cosas eran lo que eran) y el sueño de mundos absolutos y sin embargo inconcretos. Este vivir a caballo entre las realidades infantiles, muy idealizadas con el paso de los años, y los grandes ideales que parecen concretos pero se objetivan en sustancias inconcretas como la humanidad, la naturaleza, la libertad, la solidaridad, la igualdad, da lugar a muchos perdimientos personales que luego pretenden resolverse volviendo hipnóticamente a la infancia por ver qué sucedió que explique el sufrimiento presente. Escapismo y más escapismo que busca el origen de los males probando toda suerte de técnicas o caminos que eluden la gran cuestión: está bien, soy deshonesto conmigo mismo pero espero un milagro de la ciencia, del pensamiento o de la nebulosa espiritualista.
No somos como pensamos; estamos como pensamos. Cambiar de pensamiento, de filosofía, supone un cambio en nuestra manera de estar, que siendo el dato más presente en nuestra autocomprensión, acaba pareciendo el ser, algo definitivo e invariable. Hay una relación causa efecto entre el sistema de pensamiento de una sociedad y su situación de equilibrio. En la nuestra todo parece desmoronarse y no dejan de aparecer "ocurrencias" que hace unos años nos hubieran parecido completamente alocadas y hoy, por más que nos sorprendan, las asumimos fatalmente. Es nuestro modo de pensar el que abrió las puertas de par en par a un todo inconcreto, y el que ya no nos sirve para interpretar constructivamente sus efectos, éstos muy concretos y nada alagüeños.
Me temo que vamos hacia tiempos muy oscuros en los que se prohibirán muchos modos de pensar y se quemarán muchos libros. Y no será de la mano "de los de siempre" sino de los que pusieron al mundo en bandeja de plata hacia su perdición con bellas palabras y propuestas de libertad e indiferencia, como si efectivamente la realidad que no conocíamos fuera más real que la que conocimos, cuando parece seguro que volveremos a la realidad más descarnada, esta vez, por nuestro propio bien.
Todo sistema de pensamiento supone ser la matriz, la estructura de todo lo que se piensa y se hace después. No se trata de una evolución natural del pensamiento que va incorporando nuevos descubrimientos y generando nuevas técnicas, como ocurre con la ciencia, sino que ha habido saltos, o más que saltos, rupturas, que no nos han liberado de pesadas cargas "antiguas" sino que nos han puesto en la nada, que es todo pero no es nada...
Bastante más delito tiene Hegel y aquí todos callados.
Una onda de radio es una cosa real, igual que el aire que no vemos. Si tu te pones una antena pegada a la piel y te llega una onda de radio suficientemente potente la vas a notar.
El mundo astral no es Real por definición, usted podra decirme que cuenta con A,B,C caracteristicas que son asemejables a las A,B,C caracteristicas del mundo Real, pero eso no lo convierte en real. Porque la marca del hierro candente ya habia caido de antemano sobre los mundos oniricos que son irreales por definicion. Esos mundos dan la medida de lo que es irreal, no podrian dar esa medida si fueran reales y nadie sabria que puñetas significa ser irreal.
No se consideran reales por el momento, porque que no tenemos medios para medirlos, pero todo se andara.
Pero de siempre los mediums captan presencias de seres que estan por aqui, en el plano astral o a saber donde... y se comunican con ellos , de hecho cualquiera tiene esta capacidad aunque lógicamente en menor mediad, yo mismo he captado en un lugar inequivocamente la presencia de "algo".
No se consideran reales por definición, y es lo que da la medida de lo irreal para que ese significante tenga contenido semántico.
Luego hay gente que te dice que no no no, que aquello que ha servido de base semántica para definir la irrealidad no tiene base semántica para ser calificada de irreal .Entonces el concepto de "irrealidad" queda sin base semántica ninguna, sin referencias de las que nutrirse, es una palabra muerta inoperativa que el filosofo-psicomago ha destruido en su baile de las falacias.
Por eso al filosofo->criminal se le opone el lingüista-> generador.
pero si existen, aunque no sean captables por el momento, son reales.
"Si existen" es una condición de existencia, por tanto también de realidad.
pero si existen, aunque no sean captables por el momento, son reales.