Incorrezto
Ξηστως
El asesinato de una niña de 3 años y otras ‘heroicidades’ revolucionarias
Juan E. Pflüger
/ 07 marzo, 2016
La barbaridad de la represión en la retaguardia republicana durante la Guerra Civil tuvo dos momentos en los que la brutalidad se mostró de manera más descarnada. En los primeros momentos de la contienda, cuando la limpieza contra los “derechistas” se convirtió en la prioridad de los milicianos ; y en las horas anteriores a la toma de una población por parte de las tropas nacionales, cuando se pretendía “limpiar el pueblo” de “fascistas”, aunque en la mayoría de los casos nada tenían que ver las víctimas con la política.
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Unos de los más macabros sucesos de esta segunda modalidad tuvo lugar en el pueblo de Granja de Torrehermosa (Badajoz) con el asesinato, junto a toda su familia, de la niña María de las Nieves de la Gala Durán de dos años, según el registro municipal, tres según la causa general. El asesinato de la familia De la Gala tuvo lugar el 24 de septiembre de 1936, dos días después las tropas nacionales, enviadas por el general Queipo de Llano, tomaron la localidad.
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La brutalidad de los criminales marxistas había dejado abandonados los cuerpos de 14 personas asesinadas en el patio de la vivienda de esta familia de propietarios, entre ellos el de María de la Nieves, la ya mencionada niña de tres años; el de Rosario, prima de la anterior y de 10 años; y el de Encarna, de seis años, la hija de una de las criadas de confianza de la casa, que también fue fusilada.
El caso de María de las Nieves, casi un bebé cuando fue asesinada golpeando su cabeza contra la pared de la casa hasta causarle la fin, ha sido manipulado por la propaganda de la izquierda. En la documentación que utilizan diversas asociaciones de la Memoria Histórica esta familia figura como víctimas del franquismo después de que un reportaje de Televisión Española realizado en 1987 y que lleva por título “España en guerra” así lo reflejara.
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Sin embargo la situación fue muy diferente: el patriarca de la familia era Don Sebastián de la Gala Ortiz de 78 años, que tenía dos hijos que fueron asesinados durante las primeras semanas de la guerra llamados Francisco y Felipe. Fueron las primeras víctimas de las matanzas cometidas por los milicianos en el pueblo donde acabarían muriendo casi 100 personas. De ellas casi cuarenta fueron traídas desde el municipio de Fuenteovejuna para que los asesinaran los milicianos granjeños, con demostrada falta de humanidad para dedicarse a estos crímenes.
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Cuando la izquierda justifica los desmanes cometidos en el mundo rural español contra los “señoritos” se cuidan mucho de dejar claro que lo hacían los explotados por la injusticia social secular, que quienes apretaban el gatillo eran miembros de familias que llevaban siglos trabajando por una miseria. En casos como el de Granja de Torrehermosa esto queda totalmente desmentido ya que entre los cabecillas de estos bárbaros criminales, que no dudaron en dar de baja de la suscripción de la vida a tres niñas de 3, 6 y 10 años, se encontraban el dueño de una de las tabernas, el farmacéutico y un maestro nacional del vecino municipio de Azuaga al que se apodaba “el extranjero”.
domingo, 17 de febrero de 2008
Un montaje fotográfico
Un blog ultraderechista de Badajoz publicó días atrás un artículo, con el sosegado título de “Criminales, corruptos, canallas”, acerca de los asesinatos cometidos por las izquierdas durante la Guerra Civil en la localidad extremeña de Granja de Torrehermosa. El texto está ilustrado con la imagen del cadáver de una niña que, según se dice, “fue muerta a golpes contra la pared de su casa por los milicianos frentepopulistas”. Sin negar en ningún momento la evidencia de los crímenes, sí considero sospechosa la fotografía, que forma parte de una famosa colección de imágenes cuya falsedad fue denunciada hace 70 años por el propio jefe de propaganda de Queipo de Llano, Antonio Bahamonde.
Antonio Bahamonde y Sánchez de Castro abandonó España horrorizado por el comportamiento de los suyos y escribió desde el exilio el libro 1 año con Queipo, Memorias de un nacionalista, en el que explicaba lo que había visto en la II División, con sede en Sevilla y bajo cuyo control estuvo la provincia de Badajoz. Pues bien, en las páginas 142 y 143 de ese libro se dice lo siguiente [cito por la edición de Barcelona de 1938, aunque la obra tiene una reciente de 2005 bajo el sello de Ediciones Espuela de Plata]:
Se hace una propaganda habilísima a base de documentos fotográficos. En la División hay dos fotógrafos, los hermanos Burgos, dedicados exclusivamente a estos fines. Reproducen en todos los tamaños y posturas las personas que son víctimas de accidentes fortuitos. Sacan fotografías de los cadáveres de los fusilados. Cientos de estos han sido mutilados y quemados bárbaramente para sacar fotografías y, con todo género de detalles, exhibirlas en España y en el extranjero, diciendo que son crímenes feroces cometidos por los “gente de izquierdas”. Esta propaganda ha contribuido mucho a formar en el extranjero un ambiente desfavorable a los gubernamentales, a los que presentan como criminales feroces.
El general Queipo de Llano tiene en su despacho un álbum voluminoso, con los crímenes cometidos por los “gente de izquierdas”. Las fotografías de este álbum están hechas por los hermanos Burgos. Todas ellas son falsas; no hay un solo caso que haya ocurrido tal como se presenta.
En Granja de Torre-Hermosa (Badajoz), al entrar los “nacionales” después de una dura lucha encontraron, naturalmente, un cierto número de cadáveres dejados al abandonar el pueblo. Los trasladaron al cementerio y fueron bárbaramente profanados. A una mujer le abrieron el vientre; a otro cadáver le saltaron los ojos; a otro le machacaron la cabeza con una piedra; a otro le separaron los brazos y las piernas del tronco. Los hermanos Burgos, que iban con la columna, sacaron numerosas fotografías desde diferentes ángulos. Estas reproducciones han recorrido el mundo, como crímenes terribles cometidos por los “gente de izquierdas” en Granja de Torre-Hermosa.