Las entidades de sueños lucidos-astral no son menos elementos ilusorios de tu subconsciente, que lo pueda ser yo aqui para vosotros; yo soy un aspecto metafórico de tu mente, que sirve un propósito, el del ser un reflejo con el mismo potencial que el tuyo.
Y esto se da en todas dimensiones en las que haya división esquizo entitaria del ser que eres. Sueño lúcido-astral incluidos.
Todo es real, y o todo es ilusión a la vez, pensar distinto ya es arbitrio de cada uno, conveniencia, el decir "esto es real y esto otro ilusión". Todo es creación del ser adimensional que somos. Aquello que llamamos "real" parece ser aquello de lo cual no somos conscientes que nuestro ser ha creado.
Que formen parte de nuestra psique inconsciente no implica que no sean entidades autónomas, o al menos en cierto grado. La realidad es mente. Y la mente es ilusión. Pero es así como la existencia existe. Como hay movimiento. Separación. Identidad.
Nosotros mismos como espíritus procedemos de allí, es lo que somos. Técnicamente somos una entidad psíquica autoconsciente tomando la identidad de una forma corpórea y de sus procesos cognitivos, y olvidando quiénes somos para poder experimentar la ilusión desde dentro como si fuera real. Una perspectiva que el espíritu desde el otro lado no puede tener.
Yo no sé mucho de astrología, pero me parece importante entender los arquetipos y cómo funciona. Que esas frecuencias vibratorias que emanan los astros son las mismas que constituyen nuestro comportamiento psíquico y toda la realidad que experimentamos como tal. Y esos astros son los míticos dioses del Olimpo. No es casual que cada uno de ellos corresponda a un astro. Ni que el viaje astral (de astros), que ahonda en los reinos de la psique, se llame así.
Y estos dioses del Olimpo, cuyos movimientos en el cielo se han relatado en metáforas y alegorías, convirtiéndose en religiones que los personifican. Por eso todas narran los mismos arquetipos, los mismos símbolos, de diferentes maneras. Por eso todas son esencialmente astroteología.
La realidad misma, que tan sólida y diferente de un sueño nos parece, en realidad también es un sueño y funciona como tal. Lo que subyace bajo el código de la matriz se basa en lo simbólico, como en los sueños. El problema es que a menudo nos quedamos mirando el dedo porque al estar inmiscuidos en ella, la interpretamos de manera literal y no simbólica. Igual que con los textos sagrados y las figuras religiosas.
Si entendemos esto, entonces vemos que tiene todo el sentido que Satán sea en realidad Saturno, que Lucifer sea Venus o que el Cristo sea el Sol. Pero que lejos de la personificación literal judeocristiana, se trata de las vibraciones electromagnéticas de las que emana la realidad y que fluyen a través de nosotros y manifiestan aspectos de sí mismos.
Estos arquetipos astrológicos o titanes y dioses del Olimpo, a su vez son también los famosos arcontes, cuyo significado es rector o gobernante.
Aquí todo es dual. Aquí hay parasitación, procesos de fermentación, hongos. Forma parte de estar en la oscuridad. Nuestro propio organismo tiene flora.
Yo creo que los astros también rigen los ciclos, y que estamos en una matriz de repetición de ciclos a todas las escalas. Eso es el tiempo, que es la única manera de separar los dos aspectos fundamentales (Yin y Yang) del ABSOLUTO y ponerlos a interactuar entre sí.
Pudiera ser que ahora estuviéramos sumidos en la boñiga y que también sea posible experimentar la realidad como un sueño lúcido, recordando que somos a la vez la parte y el todo, y que estamos soñando, y todo sea menos denso y más mental.