Está todo inventado ya....
Judíos y ciclistas
"Una de las técnicas de intoxicación y propaganda más habituales es la denominada técnica del mensaje transparente.
La técnica del mensaje transparente es de una simplicidad asombrosa, a pesar de lo cual funciona a las mil maravillas y se utiliza de manera cotidiana en todos los órdenes de la vida. Esta modalidad de intoxicación consiste en ocultar (en hacer transparente) el mensaje falso que quieres "colar" a tu audiencia, recurriendo a otro mensaje superpuesto, que se utiliza como cebo.
En cierta ocasión, un buen amigo me comentaba un ejemplo paradigmático de este tipo de técnica. Se trata de una leyenda urbana atribuida a Goebbels, el ministro de propaganda del régimen nancy. Goebbels está intentando explicarle a Hitler una campaña que van a poner en marcha por toda Alemania, consistente en empapelar las calles con carteles donde se ve a una persona montando en bicicleta. Debajo de esa persona, el cartel muestra una única frase: "La culpa de los males de Alemania la tienen los judíos y los ciclistas".
- ¿Por qué los ciclistas? - pregunta Hitler extrañado.
- Ésa es, exactamente, la pregunta que quiero que todos se hagan al ver el cartel - responde Goebbels.
En la técnica del mensaje transparente, se utiliza el mensaje cebo ("la culpa es de los ciclistas") para hacer que la capacidad crítica de la audiencia se centre en ese cebo, de modo que acepte sin cuestionarlo el mensaje falso que se pretende transmitir ("la culpa es de los judíos").
El mensaje cebo puede adoptar muchas formas distintas:
- Puede tratarse, por ejemplo, de una mera exageración del propio mensaje falso, que induzca al oyente a cuestionar los aspectos cuantitativos, aceptando sin crítica el aspecto cualitativo: "Me han dicho que fulanito recibió una comisión de 100 millones de dólares a la firma del contrato". "Hombre, el contrato era de 200 millones de dólares. ¿Cómo le van a dar 100 de comisión? No puede haberse llevado tanto".
- Puede tratarse de un mensaje absurdo, como en el caso del ciclista y el judío. Los cebos absurdos suspenden la capacidad de crítica del oyente, al concentrarla en algo que parece inverosímil y para lo cual resulta difícil encontrar una explicación.
- O bien puede tratarse de lo que se denomina un "caramelo envenenado". Se trata de un cebo perfectamente verosímil, elegido de acuerdo con lo que la audiencia espera oír. Este tipo de cebo se emplea en aquellos casos en que la audiencia no está dispuesta inicialmente a aceptar el mensaje falso, o si esa audiencia está prevenida contra los engaños que queramos realizar"