Otra cosa, muy importante. No sé por qué esa animadversión (es un decir, sí lo sé y más adelante lo explico) hacia los propietarios de inmuebles, y luego a otros actores económicos, que venden productos igual de básicos que los inmuebles, y a veces igual de caros (comida, gasolina) o más, no se les ataca con tanta saña. Y, lo llamativo y a lo que voy, ¿por qué no se promueve en ningún caso la apropiación ilegal e indebida de dichos productos, también básicos, como sí se hace con los inmuebles (okupas y apoyo a jetas que no pagan)?
El equivalente del okupa o el jeta del inmueble, si lo trasladaramos al sector de la alimentación (supermercados), sería un tipo que siempre que quiere hacer la compra se lleva el carro de comida gratis. ¿Por qué los que dicen que los inmuebles son caros y que por tanto hay que ocuparlos/dejar de pagar, no dicen lo mismo de los supermercados o las gasolineras? ¿Acaso estos no están vendiendo caro?
La respuesta es muy sencilla: porque al casero es al que más fácilmente se le puede robar. El casero no tiene un guardia de seguridad en la entrada del piso vigilando para que no se lo okupen, ni tiene posibilidad de cobrar "por fuerza" el alquiler (tipo máquina expendedora: pinchas moneda, hay producto; no pinchas, no hay).
Es la debilidad relativa del casero lo que hace que sea el blanco estrella de los jetas y los caraduras de la sociedad. Aquí no hay temas morales, ni de justicia social, ni ánimo de bien común ni ninguna otra cosa por el estilo.
Es simplemente una cuestión de pragmatismo: el jeta no puede robar en el super o en la gasolinera porque en ese mismo momento saldría un tío y le detendría o le daría un porrazo, pero sí puede robar el alquiler porque sí puede, desde su casa, simplemente dejar de hacer una transferencia.
Todo esto anterior, unido a la envidia que provocamos unas personas que vivimos sin trabajar, provoca la bilis, la rabia y los malos deseos que vierten la ralea y los simples de la sociedad hacia los propietarios.
P.d. menudo tocho...
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