Ya está, ya he decidido cómo moriré:
Si finalmente me animo, saldré de mi casa sin llaves y sin nada, una mañana temprano, antes de que salga el sol, solo con una libreta y un boli, y echaré a andar y a andar hasta lo más lejos que pueda llegar, y dejaré que el hambre y el frío me consuman...