Más simple y no naces.
La salida natural castellana hacia el Mediterráneo siempre ha sido hacia Valencia o Alicante a través del corredor de Almansa.
Tan es así que ya los Borbones a principios del siglo XVIII trazaron el Camino Real por esa ruta:
En la carretera de esta Corte a la ciudad de Valencia, que cada legua ha costado, una con otra, cerca de un millón, se encuentran, aunque no en tanto grado, iguales defectos. Camino anchísimo, en general, doble, y en parte, tres veces más ancho de lo que debe ser un camino regular; terraplenes altísimos, muchos de ellos inútiles y un sinnúmero de obras de un lujo extraordinario, de suerte que sobre ser costosísimo en su primera construcción un camino de esta necesidad se hace sumamente difícil y dispendiosa su conservación pues a nadie se le oculta que un camino ancho es más fácil de encharcar por las aguas, lo que acelera su destrucción y que doble anchura requiere doble material y gasto de conservación
Así que el gobierno mesetario...¿no?