Las acciones suben porque se prevé que den dividendos ahora o en un futuro, salvo que puedan justificar que con el dinero del dividendo que no reparten, puedan invertir en expandir la compañía.
Como el 90% de las veces esas inversiones acaban en ruina, el mercado valora el hecho de repartirlo entre los accionistas y que sean ellos los que decidan en que es mejor gastarlo.
Como el 90% de las veces esas inversiones acaban en ruina, el mercado valora el hecho de repartirlo entre los accionistas y que sean ellos los que decidan en que es mejor gastarlo.