Enteógenos

Tyg3r

Mi Reino NO es de este mundo
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Se viene viajecito con trufa mexicana o cubensis y me gustaría si me podéis dar alguna pauta para irme preparando. Posiblemente sea este finde.

Contexto:

-Tengo un par de experiencias positivas de "viaje" con hongos (la última si no recuerdo mal con trufa mexicana) y otras 2 de no hacerme nada (creo que por ser demasiado conservador con la dosis)

-Creo que empezaré por la mexicana y la cubensis la dejo para más adelante, por cuestión de potencia. Como soy un tío grande, me voy a comer los 15 gramos, que viendo calculadoras parece una dosis normal más o menos lógica.

-Quiero tomarlas a solas, en el jardín y quizás si el petardazo a la cabeza no es muy demoledor, pasear un rato por caminos rurales tranquilos.

-Llevo unas semanas de meditación con progreso más o menos interesante y en general, una perspectiva de apertura sensorial y mental a las cuestiones trascendentes. Reencuentro tras mucho, demasiado tiempo de falso racionalismo estéril.


Preguntas:

-¿Me vale con un ayuno de 4-5 horas?

-¿Qué tal si las hago entrar con una infusión (enfriada) y con aprox. medio limón?

-Por si me rayo y necesito "volver"...¿Debo tener cerca dulces, refrescos, gusanitos y guarradas por el estilo?

-No me las voy a tomar fumado, pero ¿hay alguna regla en cuanto a horas de abstinencia de cigarritos de la risa? Si tomo las trufas en la tarde, quizás por la mañana me haga un par de pipas o minipeta sin tabaco (me he quitado recientemente)
Veo que estás bien preparado ;).

1. Sí, con 4 o 5 horas de ayuno debería ser suficiente.

2. Yo las he tomado así varias veces. Las picas a tope, les pones unas gotitas de limón y lo dejas reposar 5 minutos. Después pones agua caliente y remueves cada 5 minutos (esto un total de tres veces). Es mucho más cómodo porque no hace falta comerlas, pero lógicamente es posible que se pierda algo de potencia. Si vas muy mentalizado para tener un buen viaje y te preocupa que no te haga efecto, yo me las comería y dejaría el té para otra ocasión.

3. En efecto, es bueno tener a mano azúcares para bajar el viaje. Que sean más o menos guarradas, ya depende de ti meparto:.

4. Las he tomado muchas veces habiendo fumado. De hecho, mi primera vez en Ámsterdam fue así. Le da muy buen punto al viaje, así que no me preocuparía. Si no quieres mezclar de primeras, puedes dejarte un canutito hecho para mitad del viaje. Si todo va bien en cuanto efectos, durante el viaje no estarás apto para liar meparto:. Y si hacen poco efecto, te pueden ayudar a potenciarlo. A mí me salvó bastante el viaje hacerme un par de petas la última vez que tomé 1P-LSD (porque lo tengo desde 4 años y ha perdido bastante potencia).

¡BUEN VIAJE! :)

PD: Si meditas durante la experiencia, puedes FLIPAR. Vas a ver que te es muy sencillo acceder a otros niveles de consciencia, y lo vas a notar muy natural, como si ya supieras manejarte. Puedes intentar mirar a un punto fijo y tratar de "meterte en él". Con los ojos abiertos. Y verás que el punto se convierte en "energía", que ves formas y colores que se expanden. O simplemente cerrarlos y hacer lo mismo. En realidad en cierto punto no hay diferencia.
 
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HUEVOS PACO E HIJOS S.L

Honrado amaplantas
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Veo que estás bien preparado ;).

1. Sí, con 4 o 5 horas de ayuno debería ser suficiente.

2. Yo las he tomado así varias veces. Las picas a tope, les pones unas gotitas de limón y lo dejas reposar 5 minutos. Después pones agua caliente y remueves cada 5 minutos (esto un total de tres veces). Es mucho más cómodo porque no hace falta comerlas, pero lógicamente es posible que se pierda algo de potencia. Si vas muy mentalizado para tener un buen viaje y te preocupa que no te haga efecto, yo me las comería y dejaría el té para otra ocasión.

3. En efecto, es bueno tener a mano azúcares para bajar el viaje. Que sean más o menos guarradas, ya depende de ti meparto:.

4. Las he tomado muchas veces habiendo fumado. De hecho, mi primera vez en Ámsterdam fue así. Le da muy buen punto al viaje, así que no me preocuparía. Si no quieres mezclar de primeras, puedes dejarte un canutito hecho para mitad del viaje. Si todo va bien en cuanto efectos, durante el viaje no estarás apto para liar meparto:. Y si hacen poco efecto, te pueden ayudar a potenciarlo. A mí me salvó bastante el viaje hacerme un par de petas la última vez que tomé 1P-LSD (porque lo tengo desde 4 años y ha perdido bastante potencia).

¡BUEN VIAJE! :)

PD: Si meditas durante la experiencia, puedes FLIPAR. Vas a ver que te es muy sencillo acceder a otros niveles de consciencia, y lo vas a notar muy natural, como si ya supieras manejarte. Puedes intentar mirar a un punto fijo y tratar de "meterte en él". Con los ojos abiertos. Y verás que el punto se convierte en "energía", que ves formas y colores que se expanden. O simplemente cerrarlos y hacer lo mismo. En realidad en cierto punto no hay diferencia.

Gracias por tus buenos consejos y experiencia.

No me pilla del todo de nuevas, pero sí ha pasado más de una década desde la última vez y bueno, quiero estar medianamente preparado. Me gusta el momento porque llego sin una intención recreativa (aunque no me cierro a divertirme), sintiéndome llamado personal e íntimamente (no motivado por el entorno) e intentando moderar mi tendencia a intelectualizar la experiencia.

El tema del té y el limón, no es en sí hacer un té con las setas. Es para que se hinchen un poco durante unos minutos y hacer un poco menos desagradable el sabor al masticar, luego haciendo pasar la "pasta" de hongos con el líquido que vaya quedando.

La meditación se intentará, bueno, supongo que la experiencia será una meditación en sí misma y me irá llevando por los formatos en los que pueda fluir.

Para la música, agradezco si se te / os ocurre alguna buena recomendación instrumental rollo chill o así relajante, creo que en algún momento puede ser interesante como aderezo y para visualizar salvapantallas psicodélicos o_O
 

Tyg3r

Mi Reino NO es de este mundo
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Gracias por tus buenos consejos y experiencia.

No me pilla del todo de nuevas, pero sí ha pasado más de una década desde la última vez y bueno, quiero estar medianamente preparado. Me gusta el momento porque llego sin una intención recreativa (aunque no me cierro a divertirme), sintiéndome llamado personal e íntimamente (no motivado por el entorno) e intentando moderar mi tendencia a intelectualizar la experiencia.

El tema del té y el limón, no es en sí hacer un té con las setas. Es para que se hinchen un poco durante unos minutos y hacer un poco menos desagradable el sabor al masticar, luego haciendo pasar la "pasta" de hongos con el líquido que vaya quedando.

La meditación se intentará, bueno, supongo que la experiencia será una meditación en sí misma y me irá llevando por los formatos en los que pueda fluir.

Para la música, agradezco si se te / os ocurre alguna buena recomendación instrumental rollo chill o así relajante, creo que en algún momento puede ser interesante como aderezo y para visualizar salvapantallas psicodélicos o_O
Pues me parece una idea muy interesante lo de la "pasta" de hongos. Además el limón potencia los efectos. No sé si lo sabes, pero las setas y trufas contienen psilocibina, que se transforma en psilocina (que es el psicoactivo) por los jugos gástricos. "Activarlas" previamente con zumo de limón le ahorra este trabajo a nuestro estómago, de modo que la "subida" es más rápida.

Por lo que cuentas, observo que estás en el momento idóneo. Luego uno puede llevar muchas ideas, pero lo mejor es fluir con la experiencia.

Para música yo recomiendo Pink Floyd, en especial el disco "Wish You Were Here":



Si prefieres algo más meditativo, este audio es muy agradable y sugerente:



O este otro:

 
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HUEVOS PACO E HIJOS S.L

Honrado amaplantas
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Pues me parece una idea muy interesante lo de la "pasta" de hongos. Además el limón potencia los efectos. No sé si lo sabes, pero las setas y trufas contienen psilocibina, que se transforma en psilocina (que es el psicoactivo) por los jugos gástricos. "Activarlas" previamente con zumo de limón le ahorra este trabajo a nuestro estómago, de modo que la "subida" es más rápida.

Por lo que cuentas, observo que estás en el momento idóneo. Luego uno puede llevar muchas ideas, pero lo mejor es fluir con la experiencia.

Para música yo recomiendo Pink Floyd, en especial el disco "Wish You Were Here":



Si prefieres algo más meditativo, este audio es muy agradable y sugerente:



O este otro:

Lo de la "pasta" lo aprendí de un hamijo psiconauta al que por desgracia he perdido la pista, recuerdo que me explicó lo del limón, y fue bastante mejor que la primera vez, que lo pasé con yogur natural y el estómago en cierto punto quedó regulero.

Gracias por las recomendaciones , Pink Floyd me encanta y es un clásico de fumada, sobre todo el Dark Side. Quizás quería buscar algo que no tuviese letra en absoluto o cuya letra no entendiese ni por asomo: este es el caso del disco "Inside the Kremlin" de Ravi Shankar, que en mi tierna juventuc me trajo buenas meditaciones grabado de la biblioteca municipal, y últimamente me vuelve a transmitir un huevo. Dudo si meterlo porque es muy absorbente e igual me quedo en bucle.

 

HUEVOS PACO E HIJOS S.L

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Al final me pudo el ansia viva y lo hice ayer, el viaje duró según lo previsto, de 19 a 1 aprox. En el jardín, por una parte voladísimo, pero por otra muy consciente, un viaje muy liberador, muy bonito, muy de comunión con la naturaleza y uno mismo como parte de ella.

No quiero esforzarme demasiado en describir, estoy haciendo la digestión de la experiencia y es demasiado pronto para encarcelarla en palabras. Sólo sé que me he despertado con unas agujetas tremendas y buen humor. Como repetí durante la excursión en muchas ocasiones, gracias hongo.

En tema musical, me acompañaron Enigma (con su sensualísimo MCMXC a.D) y el tío Ravi con Anoushka en esta suave pieza:



Bueno, gracias a @Tyg3r por sus orientaciones. Queda por ahí el cubensis, creo que darle el domingo ya sería forzar demasiado aunque no lo descarto 100%, me imagino que lo guardaré alguna que otra semana.
 

Tyg3r

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Al final me pudo el ansia viva y lo hice ayer, el viaje duró según lo previsto, de 19 a 1 aprox. En el jardín, por una parte voladísimo, pero por otra muy consciente, un viaje muy liberador, muy bonito, muy de comunión con la naturaleza y uno mismo como parte de ella.

No quiero esforzarme demasiado en describir, estoy haciendo la digestión de la experiencia y es demasiado pronto para encarcelarla en palabras. Sólo sé que me he despertado con unas agujetas tremendas y buen humor. Como repetí durante la excursión en muchas ocasiones, gracias hongo.

En tema musical, me acompañaron Enigma (con su sensualísimo MCMXC a.D) y el tío Ravi con Anoushka en esta suave pieza:



Bueno, gracias a @Tyg3r por sus orientaciones. Queda por ahí el cubensis, creo que darle el domingo ya sería forzar demasiado aunque no lo descarto 100%, me imagino que lo guardaré alguna que otra semana.
Me alegra que fuera todo bien y tuvieras una experiencia profunda.

Aunque sea pronto para ponerle palabras, te animo a que lo hagas y puedas compartirlo con nosotros si en algún momento lo estimas oportuno.
 

HUEVOS PACO E HIJOS S.L

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Me alegra que fuera todo bien y tuvieras una experiencia profunda.

Aunque sea pronto para ponerle palabras, te animo a que lo hagas y puedas compartirlo con nosotros si en algún momento lo estimas oportuno.
Bueno, voy a intentar narrarlo, aunque como acumulación de lecciones fue densísima y con una percepción del tiempo loquísima desde relativamente pronto. Sumemos el hecho de que llevaba 15 añazos sin usar psilocibes...Y que la experiencia ha sido cuanto menos peculiar, la amada de mente que me ha metido el hongo ha sido bonita e instructiva, pero sin cortarse un pelo. Pero en fin, allí va para la gente que tenga genuino interés, y si alguien lo que quiere es echarse unas risas a costa de mi morao, pues bien también por esa persona.

A eso de las 18:30 pongo las trufas en el zumo de 1/4 de limón y me preparo una infusión de guayusa. Lo dejo enfriar mientras me pego una pipita de hierba, preparo los altavoces, etc. A las 19 echo el zumo del limón en la guayusa y me voy mascando las trufas entre tragos al mejunje.

Me voy a dar un paseo por un camino de campo, calculando un trayecto de 30 minutos ida y 30 vuelta para volver ya empezando a volar. En unos 15 minutos empiezo a notarme como "demasiado" contento, al ritmo de la trompetas de los Skatalites, así que decido darme la vuelta, y en ese trayecto comienza la risita floja de niño travieso, los colores brillando más de lo normal y esas cositas, todo muy happy.



Llego a casa, abro la puerta, no sin cierta dificultad para acertar con la llave, enciendo el altavoz, me quito la camiseta, me descalzo, hago la croqueta en la cuestecita del garaje y me pongo algún temazo mientras bailo de manera errática por el patio (sin vistas de vecinos, obviamente), me pego otro pipazo, bebo agua, decido música. La leche, 3 cuartos de hora y ya me estoy yendo.

Antes de las 8 pongo la movida esta de Enigma, está atardeciendo, hace buen tiempo, en algún momento me he quedado como el tipo de mi avatar y estoy mirando al cielo y dándole gracias al hongo, al césped sobre el que estoy, al cielo, al atardecer, a los gatos que siento que me cuidan, a todo.



La jodida música se vuelve cada vez más sensual, la luz más escasa y el viaje más intenso. A veces me levanto, a veces repto por el suelo, otras veces estoy tumbado tranquilo boca arriba, otras boca abajo, beso el suelo, me refroto contra él, hago extrañas gimnasias espasmódicas que se me van ocurriendo al ritmo de la música, entre revelaciones sutiles que se van acumulando, por momentos tengo como flashbacks de celtas flipando en algún bosque hasta el trastero de hongos, buscando su camino de un modo equivalente, pero con palabras y conceptos que yo no entiendo.

Me abrazo al olivo grande, lo llamo hermano, lo felicito por haber crecido tan fuerte y frondoso, observo las formas de su copa entre la luz de la luna, beso su tronco, siento que me reconforta y me cuida. Siento que el olivo un poco más pequeño me pide que lo abrace, ha tenido problemas por malas podas y le ha costado más adaptarse, pero es una olivo hermosa y fuerte que nunca se rinde, de pronto se presenta como una especie de representación de la energía femenina, la abrazo mientras sus ramas más bajas me hacen cosquillas de las rodillas al ombligo, acaricio su tronco suavemente, llevo una aceituna sin descolgar de la rama a mi boca como si fuera un pezón. Da igual que me roce la berenjena o los narices o las nalgas, es parte de mí y yo de ella, no hay intención masturbatoria, es un toque sin intención totalmente inocente pero a la vez brutalmente euforizante, de repente siento un entendimiento profundo del concepto "tantra" y siento un absoluto desprecio por la pronografía. Me arrodillo ante la energía masculina y la femenina, hundo mi frente en el suelo les doy las gracias a ellas en forma de olivos, al hongo, a la noche... Me levanto, me estiro con los brazos en cruz para alcanzar ramas de ambos olivos, medito "de su mano" mirando las estrellas, busco otras plantas a las que acariciar, pero de un modo más "casto" y sutil.

El disco de Enigma se ha acabado, llevo un buen rato en silencio con un viaje mental de la leche, deambulando, luego miro el reloj 3 o 4 veces en 10 minutos y no me puedo creer la velocidad a la que van mis pensamientos. Siento que mi ego, resistiéndose a morir, me ofrece cosas que me dañarían físicamente, pero un instinto desconocido me lleva a identificarlo y apartar de mí dichas ideas: en lugar de herirme el dedo índice con las espinas de ese enorme cactus para "sellar un pacto" de manera truculenta como me ofrecía mi ego, decido acercarme y acariciarlo con mucho cuidado, notando sus espinas sin dañarme, notando que no necesita la cualidad de ser acariciable para ser hermoso y dejarse querer. Me tumbo contento de haber detectado el engaño de mi ego moribundo, cojo una ramita que había por el suelo y voy señalando una corriente de energía que recorre mis 7 chakras, me detengo en cada uno para realizar una pequeña presión con la ramita, como si los estuviera encendiendo, medito un rato sintiendo esa corriente moverse al ritmo de mi respiración, haciéndose más fuerte con la energía absorbida directamente de la tierra por mi chakra raíz, avivándose como fuego cuando adopto respiraciones cercanas a la hiperventilación.

Me empalmo, me desempalmo reabsorbiendo la energía, me levanto del suelo, voy al espejo, me encanto, me miro durante un rato con diferentes luces y perfiles. Me siento triunfal y capaz de todo. Me preparo otra caladilla en la pipa y pongo al tío Ravi.



El sitar hace su magia, pronto me siento relajado, feliz, me vuelvo a tumbar en el césped, ni me acuerdo que estoy en pelotas, el cielo y sus colores son una pasada, sigo teniendo revelaciones y agradeciendo al hongo y a todo lo que se me ocurre cada dos por tres. Saltan los aspersores. Gozo primero como un nene saltarín, luego como un puñetero animal revolcándose y mojándose enterito, llenándome de barro, hierba, agua, gateando, girando sobre mí mismo, revolcándome, acariciándome, sintiendo cómo la humedad me funde con el césped, el ego ha muerto. Siento como si estuviera de excursión, como si fuera una última noche de campamento escolar o de vacaciones, agradable pero que te da pena porque vas a tener que regresar a tu vida normal y que la única alternativa sería vivir en un brote psicótico...Pero por otro lado, siento que todas esas buenas sensaciones no tienen por qué irse ni en futuro necesitar ninguna sustancia, porque son parte de mí. En un par de ocasiones, dejo ir el meado sólo abriendo las piernas sobre la tierra, y con él noto que salen falsas necesidades y preocupaciones, purificándome.

Me levanto, corto una penca de aloe vera, la abro con las manos y me voy untando el gel por todo el cuerpo mientras dembulo. Cojo una buena cantidad para la zona genital, mientras el viscoso gel del aloe vera se deshace contra mi perineo siento como una especie de orgasmo femenino a nivel interno, vuelvo a agradecer al hongo, me tumbo mientras las últimas ráfagas de los aspersores me rozan, me quedo un buen rato tumbado cuando acaban. Después me siento, viaje filosófico seguido de visita a los registros akásicos, imágenes enterradísimas en mi memoria vuelven muy vívidas a señalarme dónde se torcieron ciertas cosas y por qué no era inevitable, ni tampoco es irreversible. El gato más viejo está frente a mí, cerca, ronroneando tranquilamente mientras duerme confiado, el pillín lo sabe todo, sabe dónde estoy y por qué, lo sé porque él también es parte de mí. Ravi y Anoushka acabaron hace rato. Está empezando a hacer frío, estoy húmedo y pegajoso.

Las oleadas de consciencia "mundana" se van multiplicando, ya hemos pasado largamente el ecuador del viaje. Decido ir bajando la intensidad con un picoteo de sobras de tortilla de patatas y pegarme una buena ducha caliente. Apago la luz y dejo solo la pantalla del movil por tener una mínima referencia de luz, y pongo un par de audios de meditaciones para la ducha. Flipo en colores siguiendo las instrucciones sobre notar el pulso del agua, la temperatura, su flujo...Siento que me fundo con el agua y soy solo una etapa de la corriente infinita de su ciclo. Disfruto la luz baja, el brillo de mi cuerpo en la casi total oscuridad, el aroma del jabón, el tacto de mi piel, el vapor purificando mis pulmones, todo me parece la leche, salvapantallas psicodélicos al cerrar los ojos. Me seco, me visto por primera vez en 5 horas, creo que nunca había estado tanto tiempo seguido despierto en pelotas. Otro poquito de yerba a la pipa, unos buenos tragos de agua, algo de picar y a la cama.

Hago un par de meditaciones de estas de recorrido por los chakras. jorobar, me estoy meando todo el rato, siento el estómago lleno y algo de retortijón, pero la capacidad de concentración es brutal, visualizo los puntos y siento que movilizo la energía de manera bastante eficaz, no me cuesta demasiado. Pero a la hora o así (calculo) me vence el sueño en mitad de la tercera meditación.

El despertar ha sido tranquilo y con un gran sentimiento de gratitud universal y claridad mental, pero cansado y con algún calambre muscular. He empezado la mañana bastante productivo, aunque francamente, al cabo de unas horas ya no podía concentrarme en nada mundano y solo sentía que quería reflexionar sobre la experiencia. Cosa que he hecho a la tarde, empezando a digerirla en un largo y agradable paseo, en el que todavía ha aparecido esporádicamente alguna ráfaga de percepción "peculiar".
 
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hastiadoo

Himbersor
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Y cómo es el otro mundo, Tyger?
Es más bonito que el nuestro?
Se parece en algo al nuestro?
Hay árboles, ríos, cascadas o mujeres con el pecho al aire?
 

perfectohijoputa

Madmaxista
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Bueno, voy a intentar narrarlo, aunque como acumulación de lecciones fue densísima y con una percepción del tiempo loquísima desde relativamente pronto. Sumemos el hecho de que llevaba 15 añazos sin usar psilocibes...Y que la experiencia ha sido cuanto menos peculiar, la amada de mente que me ha metido el hongo ha sido bonita e instructiva, pero sin cortarse un pelo. Pero en fin, allí va para la gente que tenga genuino interés, y si alguien lo que quiere es echarse unas risas a costa de mi morao, pues bien también por esa persona.

A eso de las 18:30 pongo las trufas en el zumo de 1/4 de limón y me preparo una infusión de guayusa. Lo dejo enfriar mientras me pego una pipita de hierba, preparo los altavoces, etc. A las 19 echo el zumo del limón en la guayusa y me voy mascando las trufas entre tragos al mejunje.

Me voy a dar un paseo por un camino de campo, calculando un trayecto de 30 minutos ida y 30 vuelta para volver ya empezando a volar. En unos 15 minutos empiezo a notarme como "demasiado" contento, al ritmo de la trompetas de los Skatalites, así que decido darme la vuelta, y en ese trayecto comienza la risita floja de niño travieso, los colores brillando más de lo normal y esas cositas, todo muy happy.



Llego a casa, abro la puerta, no sin cierta dificultad para acertar con la llave, enciendo el altavoz, me quito la camiseta, me descalzo, hago la croqueta en la cuestecita del garaje y me pongo algún temazo mientras bailo de manera errática por el patio (sin vistas de vecinos, obviamente), me pego otro pipazo, bebo agua, decido música. La leche, 3 cuartos de hora y ya me estoy yendo.

Antes de las 8 pongo la movida esta de Enigma, está atardeciendo, hace buen tiempo, en algún momento me he quedado como el tipo de mi avatar y estoy mirando al cielo y dándole gracias al hongo, al césped sobre el que estoy, al cielo, al atardecer, a los gatos que siento que me cuidan, a todo.



La jodida música se vuelve cada vez más sensual, la luz más escasa y el viaje más intenso. A veces me levanto, a veces repto por el suelo, otras veces estoy tumbado tranquilo boca arriba, otras boca abajo, beso el suelo, me refroto contra él, hago extrañas gimnasias espasmódicas que se me van ocurriendo al ritmo de la música, entre revelaciones sutiles que se van acumulando, por momentos tengo como flashbacks de celtas flipando en algún bosque hasta el trastero de hongos, buscando su camino de un modo equivalente, pero con palabras y conceptos que yo no entiendo.

Me abrazo al olivo grande, lo llamo hermano, lo felicito por haber crecido tan fuerte y frondoso, observo las formas de su copa entre la luz de la luna, beso su tronco, siento que me reconforta y me cuida. Siento que el olivo un poco más pequeño me pide que lo abrace, ha tenido problemas por malas podas y le ha costado más adaptarse, pero es una olivo hermosa y fuerte que nunca se rinde, de pronto se presenta como una especie de representación de la energía femenina, la abrazo mientras sus ramas más bajas me hacen cosquillas de las rodillas al ombligo, acaricio su tronco suavemente, llevo una aceituna sin descolgar de la rama a mi boca como si fuera un pezón. Da igual que me roce la berenjena o los narices o las nalgas, es parte de mí y yo de ella, no hay intención masturbatoria, es un toque sin intención totalmente inocente pero a la vez brutalmente euforizante, de repente siento un entendimiento profundo del concepto "tantra" y siento un absoluto desprecio por la pronografía. Me arrodillo ante la energía masculina y la femenina, hundo mi frente en el suelo les doy las gracias a ellas en forma de olivos, al hongo, a la noche... Me levanto, me estiro con los brazos en cruz para alcanzar ramas de ambos olivos, medito "de su mano" mirando las estrellas, busco otras plantas a las que acariciar, pero de un modo más "casto" y sutil.

El disco de Enigma se ha acabado, llevo un buen rato en silencio con un viaje mental de la leche, deambulando, luego miro el reloj 3 o 4 veces en 10 minutos y no me puedo creer la velocidad a la que van mis pensamientos. Siento que mi ego, resistiéndose a morir, me ofrece cosas que me dañarían físicamente, pero un instinto desconocido me lleva a identificarlo y apartar de mí dichas ideas: en lugar de herirme el dedo índice con las espinas de ese enorme cactus para "sellar un pacto" de manera truculenta como me ofrecía mi ego, decido acercarme y acariciarlo con mucho cuidado, notando sus espinas sin dañarme, notando que no necesita la cualidad de ser acariciable para ser hermoso y dejarse querer. Me tumbo contento de haber detectado el engaño de mi ego moribundo, cojo una ramita que había por el suelo y voy señalando una corriente de energía que recorre mis 7 chakras, me detengo en cada uno para realizar una pequeña presión con la ramita, como si los estuviera encendiendo, medito un rato sintiendo esa corriente moverse al ritmo de mi respiración, haciéndose más fuerte con la energía absorbida directamente de la tierra por mi chakra raíz, avivándose como fuego cuando adopto respiraciones cercanas a la hiperventilación.

Me empalmo, me desempalmo reabsorbiendo la energía, me levanto del suelo, voy al espejo, me encanto, me miro durante un rato con diferentes luces y perfiles. Me siento triunfal y capaz de todo. Me preparo otra caladilla en la pipa y pongo al tío Ravi.



El sitar hace su magia, pronto me siento relajado, feliz, me vuelvo a tumbar en el césped, ni me acuerdo que estoy en pelotas, el cielo y sus colores son una pasada, sigo teniendo revelaciones y agradeciendo al hongo y a todo lo que se me ocurre cada dos por tres. Saltan los aspersores. Gozo primero como un nene saltarín, luego como un puñetero animal revolcándose y mojándose enterito, llenándome de barro, hierba, agua, gateando, girando sobre mí mismo, revolcándome, acariciándome, sintiendo cómo la humedad me funde con el césped, el ego ha muerto. Siento como si estuviera de excursión, como si fuera una última noche de campamento escolar o de vacaciones, agradable pero que te da pena porque vas a tener que regresar a tu vida normal y que la única alternativa sería vivir en un brote psicótico...Pero por otro lado, siento que todas esas buenas sensaciones no tienen por qué irse ni en futuro necesitar ninguna sustancia, porque son parte de mí. En un par de ocasiones, dejo ir el meado sólo abriendo las piernas sobre la tierra, y con él noto que salen falsas necesidades y preocupaciones, purificándome.

Me levanto, corto una penca de aloe vera, la abro con las manos y me voy untando el gel por todo el cuerpo mientras dembulo. Cojo una buena cantidad para la zona genital, mientras el viscoso gel del aloe vera se deshace contra mi perineo siento como una especie de orgasmo femenino a nivel interno, vuelvo a agradecer al hongo, me tumbo mientras las últimas ráfagas de los aspersores me rozan, me quedo un buen rato tumbado cuando acaban. Después me siento, viaje filosófico seguido de visita a los registros akásicos, imágenes enterradísimas en mi memoria vuelven muy vívidas a señalarme dónde se torcieron ciertas cosas y por qué no era inevitable, ni tampoco es irreversible. El gato más viejo está frente a mí, cerca, ronroneando tranquilamente mientras duerme confiado, el pillín lo sabe todo, sabe dónde estoy y por qué, lo sé porque él también es parte de mí. Ravi y Anoushka acabaron hace rato. Está empezando a hacer frío, estoy húmedo y pegajoso.

Las oleadas de consciencia "mundana" se van multiplicando, ya hemos pasado largamente el ecuador del viaje. Decido ir bajando la intensidad con un picoteo de sobras de tortilla de patatas y pegarme una buena ducha caliente. Apago la luz y dejo solo la pantalla del movil por tener una mínima referencia de luz, y pongo un par de audios de meditaciones para la ducha. Flipo en colores siguiendo las instrucciones sobre notar el pulso del agua, la temperatura, su flujo...Siento que me fundo con el agua y soy solo una etapa de la corriente infinita de su ciclo. Disfruto la luz baja, el brillo de mi cuerpo en la casi total oscuridad, el aroma del jabón, el tacto de mi piel, el vapor purificando mis pulmones, todo me parece la leche, salvapantallas psicodélicos al cerrar los ojos. Me seco, me visto por primera vez en 5 horas, creo que nunca había estado tanto tiempo seguido despierto en pelotas. Otro poquito de yerba a la pipa, unos buenos tragos de agua, algo de picar y a la cama.

Hago un par de meditaciones de estas de recorrido por los chakras. jorobar, me estoy meando todo el rato, siento el estómago lleno y algo de retortijón, pero la capacidad de concentración es brutal, visualizo los puntos y siento que movilizo la energía de manera bastante eficaz, no me cuesta demasiado. Pero a la hora o así (calculo) me vence el sueño en mitad de la tercera meditación.

El despertar ha sido tranquilo y con un gran sentimiento de gratitud universal y claridad mental, pero cansado y con algún calambre muscular. He empezado la mañana bastante productivo, aunque francamente, al cabo de unas horas ya no podía concentrarme en nada mundano y solo sentía que quería reflexionar sobre la experiencia. Cosa que he hecho a la tarde, empezando a digerirla en un largo y agradable paseo, en el que todavía ha aparecido esporádicamente alguna ráfaga de percepción "peculiar".
Me ha encantado leerte. Gracias por hilvanar tan bien tu experiencia con la que me he sentido identificado. Has sido muy honesto y das algunas claves muy útiles para quien tenga curiosidad. Nunca viajé con tanta entrega, siempre he sido mucho más contenido; pero tengo casa, terreno y árboles, incluyendo dos olivos… me has dado muchas ideas jajaja.

Lo del orgasmo femenino me ha llegado, eso lo he sentido yo, me impresionó leerlo aquí.

Puedo preguntarte tu edad? Aunque sea aproximada?

Y te felicito por tan bella experiencia.
 

Tyg3r

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Bueno, voy a intentar narrarlo, aunque como acumulación de lecciones fue densísima y con una percepción del tiempo loquísima desde relativamente pronto. Sumemos el hecho de que llevaba 15 añazos sin usar psilocibes...Y que la experiencia ha sido cuanto menos peculiar, la amada de mente que me ha metido el hongo ha sido bonita e instructiva, pero sin cortarse un pelo. Pero en fin, allí va para la gente que tenga genuino interés, y si alguien lo que quiere es echarse unas risas a costa de mi morao, pues bien también por esa persona.

A eso de las 18:30 pongo las trufas en el zumo de 1/4 de limón y me preparo una infusión de guayusa. Lo dejo enfriar mientras me pego una pipita de hierba, preparo los altavoces, etc. A las 19 echo el zumo del limón en la guayusa y me voy mascando las trufas entre tragos al mejunje.

Me voy a dar un paseo por un camino de campo, calculando un trayecto de 30 minutos ida y 30 vuelta para volver ya empezando a volar. En unos 15 minutos empiezo a notarme como "demasiado" contento, al ritmo de la trompetas de los Skatalites, así que decido darme la vuelta, y en ese trayecto comienza la risita floja de niño travieso, los colores brillando más de lo normal y esas cositas, todo muy happy.



Llego a casa, abro la puerta, no sin cierta dificultad para acertar con la llave, enciendo el altavoz, me quito la camiseta, me descalzo, hago la croqueta en la cuestecita del garaje y me pongo algún temazo mientras bailo de manera errática por el patio (sin vistas de vecinos, obviamente), me pego otro pipazo, bebo agua, decido música. La leche, 3 cuartos de hora y ya me estoy yendo.

Antes de las 8 pongo la movida esta de Enigma, está atardeciendo, hace buen tiempo, en algún momento me he quedado como el tipo de mi avatar y estoy mirando al cielo y dándole gracias al hongo, al césped sobre el que estoy, al cielo, al atardecer, a los gatos que siento que me cuidan, a todo.



La jodida música se vuelve cada vez más sensual, la luz más escasa y el viaje más intenso. A veces me levanto, a veces repto por el suelo, otras veces estoy tumbado tranquilo boca arriba, otras boca abajo, beso el suelo, me refroto contra él, hago extrañas gimnasias espasmódicas que se me van ocurriendo al ritmo de la música, entre revelaciones sutiles que se van acumulando, por momentos tengo como flashbacks de celtas flipando en algún bosque hasta el trastero de hongos, buscando su camino de un modo equivalente, pero con palabras y conceptos que yo no entiendo.

Me abrazo al olivo grande, lo llamo hermano, lo felicito por haber crecido tan fuerte y frondoso, observo las formas de su copa entre la luz de la luna, beso su tronco, siento que me reconforta y me cuida. Siento que el olivo un poco más pequeño me pide que lo abrace, ha tenido problemas por malas podas y le ha costado más adaptarse, pero es una olivo hermosa y fuerte que nunca se rinde, de pronto se presenta como una especie de representación de la energía femenina, la abrazo mientras sus ramas más bajas me hacen cosquillas de las rodillas al ombligo, acaricio su tronco suavemente, llevo una aceituna sin descolgar de la rama a mi boca como si fuera un pezón. Da igual que me roce la berenjena o los narices o las nalgas, es parte de mí y yo de ella, no hay intención masturbatoria, es un toque sin intención totalmente inocente pero a la vez brutalmente euforizante, de repente siento un entendimiento profundo del concepto "tantra" y siento un absoluto desprecio por la pronografía. Me arrodillo ante la energía masculina y la femenina, hundo mi frente en el suelo les doy las gracias a ellas en forma de olivos, al hongo, a la noche... Me levanto, me estiro con los brazos en cruz para alcanzar ramas de ambos olivos, medito "de su mano" mirando las estrellas, busco otras plantas a las que acariciar, pero de un modo más "casto" y sutil.

El disco de Enigma se ha acabado, llevo un buen rato en silencio con un viaje mental de la leche, deambulando, luego miro el reloj 3 o 4 veces en 10 minutos y no me puedo creer la velocidad a la que van mis pensamientos. Siento que mi ego, resistiéndose a morir, me ofrece cosas que me dañarían físicamente, pero un instinto desconocido me lleva a identificarlo y apartar de mí dichas ideas: en lugar de herirme el dedo índice con las espinas de ese enorme cactus para "sellar un pacto" de manera truculenta como me ofrecía mi ego, decido acercarme y acariciarlo con mucho cuidado, notando sus espinas sin dañarme, notando que no necesita la cualidad de ser acariciable para ser hermoso y dejarse querer. Me tumbo contento de haber detectado el engaño de mi ego moribundo, cojo una ramita que había por el suelo y voy señalando una corriente de energía que recorre mis 7 chakras, me detengo en cada uno para realizar una pequeña presión con la ramita, como si los estuviera encendiendo, medito un rato sintiendo esa corriente moverse al ritmo de mi respiración, haciéndose más fuerte con la energía absorbida directamente de la tierra por mi chakra raíz, avivándose como fuego cuando adopto respiraciones cercanas a la hiperventilación.

Me empalmo, me desempalmo reabsorbiendo la energía, me levanto del suelo, voy al espejo, me encanto, me miro durante un rato con diferentes luces y perfiles. Me siento triunfal y capaz de todo. Me preparo otra caladilla en la pipa y pongo al tío Ravi.



El sitar hace su magia, pronto me siento relajado, feliz, me vuelvo a tumbar en el césped, ni me acuerdo que estoy en pelotas, el cielo y sus colores son una pasada, sigo teniendo revelaciones y agradeciendo al hongo y a todo lo que se me ocurre cada dos por tres. Saltan los aspersores. Gozo primero como un nene saltarín, luego como un puñetero animal revolcándose y mojándose enterito, llenándome de barro, hierba, agua, gateando, girando sobre mí mismo, revolcándome, acariciándome, sintiendo cómo la humedad me funde con el césped, el ego ha muerto. Siento como si estuviera de excursión, como si fuera una última noche de campamento escolar o de vacaciones, agradable pero que te da pena porque vas a tener que regresar a tu vida normal y que la única alternativa sería vivir en un brote psicótico...Pero por otro lado, siento que todas esas buenas sensaciones no tienen por qué irse ni en futuro necesitar ninguna sustancia, porque son parte de mí. En un par de ocasiones, dejo ir el meado sólo abriendo las piernas sobre la tierra, y con él noto que salen falsas necesidades y preocupaciones, purificándome.

Me levanto, corto una penca de aloe vera, la abro con las manos y me voy untando el gel por todo el cuerpo mientras dembulo. Cojo una buena cantidad para la zona genital, mientras el viscoso gel del aloe vera se deshace contra mi perineo siento como una especie de orgasmo femenino a nivel interno, vuelvo a agradecer al hongo, me tumbo mientras las últimas ráfagas de los aspersores me rozan, me quedo un buen rato tumbado cuando acaban. Después me siento, viaje filosófico seguido de visita a los registros akásicos, imágenes enterradísimas en mi memoria vuelven muy vívidas a señalarme dónde se torcieron ciertas cosas y por qué no era inevitable, ni tampoco es irreversible. El gato más viejo está frente a mí, cerca, ronroneando tranquilamente mientras duerme confiado, el pillín lo sabe todo, sabe dónde estoy y por qué, lo sé porque él también es parte de mí. Ravi y Anoushka acabaron hace rato. Está empezando a hacer frío, estoy húmedo y pegajoso.

Las oleadas de consciencia "mundana" se van multiplicando, ya hemos pasado largamente el ecuador del viaje. Decido ir bajando la intensidad con un picoteo de sobras de tortilla de patatas y pegarme una buena ducha caliente. Apago la luz y dejo solo la pantalla del movil por tener una mínima referencia de luz, y pongo un par de audios de meditaciones para la ducha. Flipo en colores siguiendo las instrucciones sobre notar el pulso del agua, la temperatura, su flujo...Siento que me fundo con el agua y soy solo una etapa de la corriente infinita de su ciclo. Disfruto la luz baja, el brillo de mi cuerpo en la casi total oscuridad, el aroma del jabón, el tacto de mi piel, el vapor purificando mis pulmones, todo me parece la leche, salvapantallas psicodélicos al cerrar los ojos. Me seco, me visto por primera vez en 5 horas, creo que nunca había estado tanto tiempo seguido despierto en pelotas. Otro poquito de yerba a la pipa, unos buenos tragos de agua, algo de picar y a la cama.

Hago un par de meditaciones de estas de recorrido por los chakras. jorobar, me estoy meando todo el rato, siento el estómago lleno y algo de retortijón, pero la capacidad de concentración es brutal, visualizo los puntos y siento que movilizo la energía de manera bastante eficaz, no me cuesta demasiado. Pero a la hora o así (calculo) me vence el sueño en mitad de la tercera meditación.

El despertar ha sido tranquilo y con un gran sentimiento de gratitud universal y claridad mental, pero cansado y con algún calambre muscular. He empezado la mañana bastante productivo, aunque francamente, al cabo de unas horas ya no podía concentrarme en nada mundano y solo sentía que quería reflexionar sobre la experiencia. Cosa que he hecho a la tarde, empezando a digerirla en un largo y agradable paseo, en el que todavía ha aparecido esporádicamente alguna ráfaga de percepción "peculiar".
=D>
 

HUEVOS PACO E HIJOS S.L

Honrado amaplantas
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Me ha encantado leerte. Gracias por hilvanar tan bien tu experiencia con la que me he sentido identificado. Has sido muy honesto y das algunas claves muy útiles para quien tenga curiosidad. Nunca viajé con tanta entrega, siempre he sido mucho más contenido; pero tengo casa, terreno y árboles, incluyendo dos olivos… me has dado muchas ideas jajaja.

Lo del orgasmo femenino me ha llegado, eso lo he sentido yo, me impresionó leerlo aquí.

Puedo preguntarte tu edad? Aunque sea aproximada?

Y te felicito por tan bella experiencia.
Gracias, algo tenía que "devolver" de mi aprendizaje si antes había estado por aquí chafardeando. Si me obligasen a elegir una sola clave para transmitir a otro novato: agradece al hongo y no intentes pelear contra él. O ya se encargará el de enseñártelo por las malas, que no son más que unas horas, pero puede hacerte sudar tinta durante ese rato.

En edad, tengo más de 30 y menos de 40, por no pillarme los dedos.
 

Tyg3r

Mi Reino NO es de este mundo
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Una exposición muy recomendable:

 

areks123

Madmaxista
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Bueno, voy a intentar narrarlo, aunque como acumulación de lecciones fue densísima y con una percepción del tiempo loquísima desde relativamente pronto. Sumemos el hecho de que llevaba 15 añazos sin usar psilocibes...Y que la experiencia ha sido cuanto menos peculiar, la amada de mente que me ha metido el hongo ha sido bonita e instructiva, pero sin cortarse un pelo. Pero en fin, allí va para la gente que tenga genuino interés, y si alguien lo que quiere es echarse unas risas a costa de mi morao, pues bien también por esa persona.

A eso de las 18:30 pongo las trufas en el zumo de 1/4 de limón y me preparo una infusión de guayusa. Lo dejo enfriar mientras me pego una pipita de hierba, preparo los altavoces, etc. A las 19 echo el zumo del limón en la guayusa y me voy mascando las trufas entre tragos al mejunje.

Me voy a dar un paseo por un camino de campo, calculando un trayecto de 30 minutos ida y 30 vuelta para volver ya empezando a volar. En unos 15 minutos empiezo a notarme como "demasiado" contento, al ritmo de la trompetas de los Skatalites, así que decido darme la vuelta, y en ese trayecto comienza la risita floja de niño travieso, los colores brillando más de lo normal y esas cositas, todo muy happy.



Llego a casa, abro la puerta, no sin cierta dificultad para acertar con la llave, enciendo el altavoz, me quito la camiseta, me descalzo, hago la croqueta en la cuestecita del garaje y me pongo algún temazo mientras bailo de manera errática por el patio (sin vistas de vecinos, obviamente), me pego otro pipazo, bebo agua, decido música. La leche, 3 cuartos de hora y ya me estoy yendo.

Antes de las 8 pongo la movida esta de Enigma, está atardeciendo, hace buen tiempo, en algún momento me he quedado como el tipo de mi avatar y estoy mirando al cielo y dándole gracias al hongo, al césped sobre el que estoy, al cielo, al atardecer, a los gatos que siento que me cuidan, a todo.



La jodida música se vuelve cada vez más sensual, la luz más escasa y el viaje más intenso. A veces me levanto, a veces repto por el suelo, otras veces estoy tumbado tranquilo boca arriba, otras boca abajo, beso el suelo, me refroto contra él, hago extrañas gimnasias espasmódicas que se me van ocurriendo al ritmo de la música, entre revelaciones sutiles que se van acumulando, por momentos tengo como flashbacks de celtas flipando en algún bosque hasta el trastero de hongos, buscando su camino de un modo equivalente, pero con palabras y conceptos que yo no entiendo.

Me abrazo al olivo grande, lo llamo hermano, lo felicito por haber crecido tan fuerte y frondoso, observo las formas de su copa entre la luz de la luna, beso su tronco, siento que me reconforta y me cuida. Siento que el olivo un poco más pequeño me pide que lo abrace, ha tenido problemas por malas podas y le ha costado más adaptarse, pero es una olivo hermosa y fuerte que nunca se rinde, de pronto se presenta como una especie de representación de la energía femenina, la abrazo mientras sus ramas más bajas me hacen cosquillas de las rodillas al ombligo, acaricio su tronco suavemente, llevo una aceituna sin descolgar de la rama a mi boca como si fuera un pezón. Da igual que me roce la berenjena o los narices o las nalgas, es parte de mí y yo de ella, no hay intención masturbatoria, es un toque sin intención totalmente inocente pero a la vez brutalmente euforizante, de repente siento un entendimiento profundo del concepto "tantra" y siento un absoluto desprecio por la pronografía. Me arrodillo ante la energía masculina y la femenina, hundo mi frente en el suelo les doy las gracias a ellas en forma de olivos, al hongo, a la noche... Me levanto, me estiro con los brazos en cruz para alcanzar ramas de ambos olivos, medito "de su mano" mirando las estrellas, busco otras plantas a las que acariciar, pero de un modo más "casto" y sutil.

El disco de Enigma se ha acabado, llevo un buen rato en silencio con un viaje mental de la leche, deambulando, luego miro el reloj 3 o 4 veces en 10 minutos y no me puedo creer la velocidad a la que van mis pensamientos. Siento que mi ego, resistiéndose a morir, me ofrece cosas que me dañarían físicamente, pero un instinto desconocido me lleva a identificarlo y apartar de mí dichas ideas: en lugar de herirme el dedo índice con las espinas de ese enorme cactus para "sellar un pacto" de manera truculenta como me ofrecía mi ego, decido acercarme y acariciarlo con mucho cuidado, notando sus espinas sin dañarme, notando que no necesita la cualidad de ser acariciable para ser hermoso y dejarse querer. Me tumbo contento de haber detectado el engaño de mi ego moribundo, cojo una ramita que había por el suelo y voy señalando una corriente de energía que recorre mis 7 chakras, me detengo en cada uno para realizar una pequeña presión con la ramita, como si los estuviera encendiendo, medito un rato sintiendo esa corriente moverse al ritmo de mi respiración, haciéndose más fuerte con la energía absorbida directamente de la tierra por mi chakra raíz, avivándose como fuego cuando adopto respiraciones cercanas a la hiperventilación.

Me empalmo, me desempalmo reabsorbiendo la energía, me levanto del suelo, voy al espejo, me encanto, me miro durante un rato con diferentes luces y perfiles. Me siento triunfal y capaz de todo. Me preparo otra caladilla en la pipa y pongo al tío Ravi.



El sitar hace su magia, pronto me siento relajado, feliz, me vuelvo a tumbar en el césped, ni me acuerdo que estoy en pelotas, el cielo y sus colores son una pasada, sigo teniendo revelaciones y agradeciendo al hongo y a todo lo que se me ocurre cada dos por tres. Saltan los aspersores. Gozo primero como un nene saltarín, luego como un puñetero animal revolcándose y mojándose enterito, llenándome de barro, hierba, agua, gateando, girando sobre mí mismo, revolcándome, acariciándome, sintiendo cómo la humedad me funde con el césped, el ego ha muerto. Siento como si estuviera de excursión, como si fuera una última noche de campamento escolar o de vacaciones, agradable pero que te da pena porque vas a tener que regresar a tu vida normal y que la única alternativa sería vivir en un brote psicótico...Pero por otro lado, siento que todas esas buenas sensaciones no tienen por qué irse ni en futuro necesitar ninguna sustancia, porque son parte de mí. En un par de ocasiones, dejo ir el meado sólo abriendo las piernas sobre la tierra, y con él noto que salen falsas necesidades y preocupaciones, purificándome.

Me levanto, corto una penca de aloe vera, la abro con las manos y me voy untando el gel por todo el cuerpo mientras dembulo. Cojo una buena cantidad para la zona genital, mientras el viscoso gel del aloe vera se deshace contra mi perineo siento como una especie de orgasmo femenino a nivel interno, vuelvo a agradecer al hongo, me tumbo mientras las últimas ráfagas de los aspersores me rozan, me quedo un buen rato tumbado cuando acaban. Después me siento, viaje filosófico seguido de visita a los registros akásicos, imágenes enterradísimas en mi memoria vuelven muy vívidas a señalarme dónde se torcieron ciertas cosas y por qué no era inevitable, ni tampoco es irreversible. El gato más viejo está frente a mí, cerca, ronroneando tranquilamente mientras duerme confiado, el pillín lo sabe todo, sabe dónde estoy y por qué, lo sé porque él también es parte de mí. Ravi y Anoushka acabaron hace rato. Está empezando a hacer frío, estoy húmedo y pegajoso.

Las oleadas de consciencia "mundana" se van multiplicando, ya hemos pasado largamente el ecuador del viaje. Decido ir bajando la intensidad con un picoteo de sobras de tortilla de patatas y pegarme una buena ducha caliente. Apago la luz y dejo solo la pantalla del movil por tener una mínima referencia de luz, y pongo un par de audios de meditaciones para la ducha. Flipo en colores siguiendo las instrucciones sobre notar el pulso del agua, la temperatura, su flujo...Siento que me fundo con el agua y soy solo una etapa de la corriente infinita de su ciclo. Disfruto la luz baja, el brillo de mi cuerpo en la casi total oscuridad, el aroma del jabón, el tacto de mi piel, el vapor purificando mis pulmones, todo me parece la leche, salvapantallas psicodélicos al cerrar los ojos. Me seco, me visto por primera vez en 5 horas, creo que nunca había estado tanto tiempo seguido despierto en pelotas. Otro poquito de yerba a la pipa, unos buenos tragos de agua, algo de picar y a la cama.

Hago un par de meditaciones de estas de recorrido por los chakras. jorobar, me estoy meando todo el rato, siento el estómago lleno y algo de retortijón, pero la capacidad de concentración es brutal, visualizo los puntos y siento que movilizo la energía de manera bastante eficaz, no me cuesta demasiado. Pero a la hora o así (calculo) me vence el sueño en mitad de la tercera meditación.

El despertar ha sido tranquilo y con un gran sentimiento de gratitud universal y claridad mental, pero cansado y con algún calambre muscular. He empezado la mañana bastante productivo, aunque francamente, al cabo de unas horas ya no podía concentrarme en nada mundano y solo sentía que quería reflexionar sobre la experiencia. Cosa que he hecho a la tarde, empezando a digerirla en un largo y agradable paseo, en el que todavía ha aparecido esporádicamente alguna ráfaga de percepción "peculiar".
Precioso.
 

Elmopas

Himbersor
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31 Ago 2020
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Recuerdo una vez puesto de trufas que me sentía lucido, no ayune, y me puse a jugar al juego de cartas llamado trastero, cacas, o comemierda, en ludoteka.com, y la disputa entre el vicepresi y yo estuvo reñida pero cerré tirando ya pa tirar todas y gane tirando un puñetero diez al final . Vosotros sabéis lo crack que fui? Pocos lo harán.
 

Tyg3r

Mi Reino NO es de este mundo
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Los enteógenos pueden ser herramientas muy potentes en el camino individual de la consciencia, pero tienen la capacidad de mostrar lo bueno y lo malo en el mismo grado. Para ver la luz es necesario enfrentar la oscuridad. Por lo que tampoco podría recomendar su uso a todo el mundo. Además, han de utilizarse con conocimiento y la búsqueda ha de ser honesta. Sentir la llamada de hacerlo. Es una elección.