La secta Sanchista, es decir, la banda organizada conocida como PSOE, ha cometido un tremendo error de cálculo y es dejar que Puigdemont tenga la última palabra. Una vez leído el escandaloso acuerdo PSOE-ERC, el PSOE utiliza el lenguaje de los independentistas y les compra el relato, así como las claudicaciones continuas de Sanchinflas a las demandas de los secesionistas, les ha dado todo lo que pedían: condonación de la deuda, amnistía incluyendo a presuntos terroristas y retrotrayéndose hasta 2013, mesa de partidos, relator internacional, votación sobre el futuro de Cataluña, etc., sin que ellos hayan cedido en nada, al menos en nada que haya trascendido: ni han renunciado a la unilateralidad ni a la celebración de un referéndum de autodeterminación.
Con todos esos ingredientes sobre la mesa, al PSOE solo le queda alcanzar un acuerdo tenga el precio que tenga, porque ir a unas elecciones sería la defunción política del Sanchismo. Si Puigdemont aguanta y presiona hasta el día 20 de noviembre, le van a dar hasta a Begoña en bandeja para que se la hinque hasta el fondo delante de las cámaras. Tiene la sartén por el mango. Yo de ser él y tener sus "ideas", lo tendría claro. Aquí no hay prisas y hasta la última semana de plazo estiro la negociación, ya que esta únicamente puede ir en detrimento del PSOE, nunca de ellos.