Rusty_Chicken
Adhuc Stantes
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Intentando alcanzar lo inalcanzable, una vida de película que solo está en la mente de unos guionistas bien pagados
Los anuncios son un buen indicador de la comida de tarro que le están metiendo a las pobres: tradicionalmente la publicidad dirigida a hombres ensalza e idealiza el éxito masculino y nos muestra a un hombre triunfador en su trabajo o en el deporte, un seductor o bien un padrazo pero normalmente centrándose en un único campo. En los anuncios de ellas lo que se ven son mujeres que lo tienen todo y lo hacen todo bien, porque son grandes profesionales que luego llegan a su limpísima casa con sus guapísimos hijos y aún tienen tiempo para salir con sus amigas de fiesta, lógicamente en spots muy dinámicos porque hay que meter un montón de cortes para poder mostrar todo lo que pueden hacer estas supermujeres en veinte segundos.
Un anuncio como el de Hugo Boss donde puedes ves a Gerard Butler vistiéndose tranquilamente y yendo al trabajo mientras una voz en off suelta chorradas sería impensable para un producto femenino, porque podría dar pie a que se intuyera renuncia para lograr el éxito, y una mujer no renuncia a nada: es trabajadora, progenitora, deportista y además todo lo hace bien. Y para recordarlo ahí están un montón de actrices, presentadoras, modelos y exhibiendo sus vidas perfectas para demostrar lo fácil que es conciliar la vida familiar y profesional estando siempre divina, ahora inténtalo tú guapa sólo que con un trabajo de verdad y sin el ejército de sirvientes para hacer todas las tareas, que cuando fracases por no poder alcanzar un ideal imposible no le vas a echar la culpa a quien te ha vendido toda esa cosa, no. La culpa es de los hombres.