J
Jarama
Guest
"Samuel" <samuel_b95@ya.com> escribió en el mensaje
news:d50niq$hn6$1@news.ya.com...
> Pero qué fácil lo ponen. ¡Recurrir al giro copernicano, al sufragio
> universal... para defender el matrimonio de gayses! El giro
> copernicano fue una expresión de Kant a cuyo contenido no se opuso
> nadie. Si acaso Schiller, Fichte, Hegel y el ministro de ciencia de
> Prusia, pero por otras razones. Respecto a la oposición a la teoría de
> Copérnico, un cardenal polaco, dicho sea de paso, pocos se pudieron
> oponer, pues pocos pudieron entender en su tiempo un breve tratado de
> abstrusas matemáticas. Lo que no impidió que en la muy católica
> Universidad de Salamanca su doctrina heliocéntrica fuera programa
> oficial antes de acabar el siglo XVI.
>
"´(...) Por fín, en 1543, un clérigo polaco llamado Nicolás Copérnico
publicó una hipótesis totalmente diferente para explicar el movimiento
aparente de los planetas. Su rasgo más audaz fue suponer que el Sol, y no la
Tierra, estaba en el centro del Uiverso. La Tierra quedó degradada a la
categoría de un planeta más, el tercero desde el Sol, que se movía en una
perfecta órbita circular (...) El modelo permitía explicar el movimiento
parente de los palnetas tan bien como las esferas de Tolomeo. Pero molestó a
mucha gente. En 1616 la Iglesia católica colocó el libro de Copérnico en la
lista de los libros prohibidos "hasta su corrección" por censores
eclesiásticos, donde permaneció hasta 1835". ("Cosmos" de C. Sagan, p.53 de
la ed. or. española).
Durante muchos, muchos años, el artificio habitual para escapar de la
inquisicion por este asunto era alegar que Copernico no creia realmente en
el heliocentrismo, que era una hipotesis y un artificio matemático para los
cálculos. Esta argucia les valió a algunos sí y a otros no, según.
Una o dos generaciones despues, con Kepler y Galileo, que hicieron modelos
que funcionaban a partir de observaciones empíricas precisas, y que
intentaron comprender ls leyes mecanicas universales (lo que consiguió
Newton otro par de generaciones después) estas cosas dejaron de ser
hipotesis filosóficas y matematicas para convertirse inequivocamente en
ciencia.
Por ese motivo, resulta que Galileo *fue a parar a la guandoca* de la
inquisición, ya la cosa no era una broma matemática. Copernico era un
clerigo católico, pero Kepler y Newton ya vivían en países protestantes, y
en ese intermedio (en la epoca de Galileo y Bruno) se acabó el que hubiera
más católicos brillantes en ciencia, astronomía, etc., por mucho que en
Salamanca algún atrevido incluyera la "hipotesis de Copernico" medio de
tapadillo. L guandoca y la persecución fueron bastante eficaces.
Tan eficaces, en astronomía como en todo lo demás, que todavía en 1900 la
esperanza de vida en España era inferior a treinta años, y mucho peor que la
de los países protestantes.
Así que menos lobos, hermano.
Puedes defender que la Iglesia es buenisima y esta llena de las mejores
inteciones, pero haz el favor de hacerlo con la verdad, no con la propaganda
eclesiastica, que hay que tener un poco de criterio y discernir las cosas
por uno mismo, y no tragarse tan tremendas ruedas de molino.
news:d50niq$hn6$1@news.ya.com...
> Pero qué fácil lo ponen. ¡Recurrir al giro copernicano, al sufragio
> universal... para defender el matrimonio de gayses! El giro
> copernicano fue una expresión de Kant a cuyo contenido no se opuso
> nadie. Si acaso Schiller, Fichte, Hegel y el ministro de ciencia de
> Prusia, pero por otras razones. Respecto a la oposición a la teoría de
> Copérnico, un cardenal polaco, dicho sea de paso, pocos se pudieron
> oponer, pues pocos pudieron entender en su tiempo un breve tratado de
> abstrusas matemáticas. Lo que no impidió que en la muy católica
> Universidad de Salamanca su doctrina heliocéntrica fuera programa
> oficial antes de acabar el siglo XVI.
>
"´(...) Por fín, en 1543, un clérigo polaco llamado Nicolás Copérnico
publicó una hipótesis totalmente diferente para explicar el movimiento
aparente de los planetas. Su rasgo más audaz fue suponer que el Sol, y no la
Tierra, estaba en el centro del Uiverso. La Tierra quedó degradada a la
categoría de un planeta más, el tercero desde el Sol, que se movía en una
perfecta órbita circular (...) El modelo permitía explicar el movimiento
parente de los palnetas tan bien como las esferas de Tolomeo. Pero molestó a
mucha gente. En 1616 la Iglesia católica colocó el libro de Copérnico en la
lista de los libros prohibidos "hasta su corrección" por censores
eclesiásticos, donde permaneció hasta 1835". ("Cosmos" de C. Sagan, p.53 de
la ed. or. española).
Durante muchos, muchos años, el artificio habitual para escapar de la
inquisicion por este asunto era alegar que Copernico no creia realmente en
el heliocentrismo, que era una hipotesis y un artificio matemático para los
cálculos. Esta argucia les valió a algunos sí y a otros no, según.
Una o dos generaciones despues, con Kepler y Galileo, que hicieron modelos
que funcionaban a partir de observaciones empíricas precisas, y que
intentaron comprender ls leyes mecanicas universales (lo que consiguió
Newton otro par de generaciones después) estas cosas dejaron de ser
hipotesis filosóficas y matematicas para convertirse inequivocamente en
ciencia.
Por ese motivo, resulta que Galileo *fue a parar a la guandoca* de la
inquisición, ya la cosa no era una broma matemática. Copernico era un
clerigo católico, pero Kepler y Newton ya vivían en países protestantes, y
en ese intermedio (en la epoca de Galileo y Bruno) se acabó el que hubiera
más católicos brillantes en ciencia, astronomía, etc., por mucho que en
Salamanca algún atrevido incluyera la "hipotesis de Copernico" medio de
tapadillo. L guandoca y la persecución fueron bastante eficaces.
Tan eficaces, en astronomía como en todo lo demás, que todavía en 1900 la
esperanza de vida en España era inferior a treinta años, y mucho peor que la
de los países protestantes.
Así que menos lobos, hermano.
Puedes defender que la Iglesia es buenisima y esta llena de las mejores
inteciones, pero haz el favor de hacerlo con la verdad, no con la propaganda
eclesiastica, que hay que tener un poco de criterio y discernir las cosas
por uno mismo, y no tragarse tan tremendas ruedas de molino.