La idea que no hay que perder de vista es que el dinero FIAT sale de una impresora, y que de modo natural su valor tiende a cero, más frutadas imprevistas en el camino. Por ejemplo, hay una guerra, la gana Franco, y el dinero de la república pasa a valer CERO de modo instantáneo. Lo mismo puede pasar con el euro si vienen mal dadas y los alemanes deciden explotar la UE. Y aun así, no pasando nada de eso, cuando el dinero es Fiat puro, como ahora, los gobiernos imprimen e imprimen, los precios suben y suben, y nunca ahorras ni tienes nada.
Un piso es un bien concreto, no es humo, y tiene su valor. El oro es dinero y punto. Visto como inversión, en un momento dado puede dar más rentabilidad que el piso, o menos, si necesitas convertirlo en el dinero Fiat en vigor donde vivas. En estos tiempos, yo lo concibo más como un seguro: si esta locura de sistema basado en deuda revienta y deciden corregirlo, el modo obvio de hacerlo es devaluar, para así desactivar las deudas. Esto es, la hiperinflación, como en Weimar, o Zimbwawe, o alguna de sus variantes. En tal caso, verás incrementarse el valor de la onza de un modo increíble, y eso te permitirá conservar el poder adquisitivo mientras se ejecuta la corrección del sistema.