Después de leer este interesante hilo (gracias
@El Ariki Mau) tengo por cierto que la vida no se puede explicar a través de casualidad(es). La probabilidad de que una proteína promedio compuesta de aminoácidos seleccione éstos, solamente, de entre los levógiros es prueba de diseño.
La probabilidad de que esos aminoácidos formen la secuencia y la forma funcional requerida, da lugar a números muy muy grandes. Si unimos estas probabilidades y expandimos el tema a la formación de un número y un tipo de proteínas más complejas, los cálculos se vuelven inimaginables.