Consejo del matasanos de guardia:
No os metáis mangueras por el trastero.
No existe eso de la hez incrustada, las ovejas que entran por las que salen. Sí que puede haber alteraciones del tránsito intestinal que provocan cierta “pereza”. El sistema nervioso entérico, poco estudiado para su importancia, sí que está relacionado con muchas patologías del coco, entre ellas la depresión y otras, porque es un regulador importante de la serotonina, sustancia P etc etc.
Las alteraciones psicológicas tienen repercusiones en el sn entérico y viceversa. Comer sano, y lo que te siente bien, quitar procesados, mucha agua y ejercicio.
No hay más.
Las lavativas sólo irrigan el colon, no pasan de la válvula ileocecal ni de coña al intestino delgado, y además de afectar al equilibrio con las bacterias buenas que viven ahí y son imprescindibles para muchas tareas fisiológicas. Existe el riesgo de que tanta lavativa provoque alteraciones de la permeabilidad de la pared intestinal, que junto al desequilibrio bacteriano entre sanas y patógenas provoque absorción de tóxicos, e incluso sepsis de origen intestinal.
Repito, no os metáis cosa por el trastero.